Arturo Valls no mantiene las mejores relaciones con Vox gracias a Rocío Monasterio. El valenciano contrató los servicios de la hoy diputada regional ultra para transformar un local en un piso cuando ésta no tenía el título de arquitecta aún. A raíz de esta polémica que en su día publicó El País, circulaba una foto del mediático presentador con una banderola contra el partido de Abascal.

A través de redes sociales, algunos usuarios difundían y celebraban a partes iguales que el rostro de ¡Ahora caigo! se fotografiase sosteniendo una bandera en la que se puede leer un mensaje contra la formación ultraderechista: “Fuck Vox”.

Sin embargo, se ha podido saber que la imagen es falsa. Newtral ha clarificado que la imagen es un montaje debido a que, el pasado 22 de enero, Arturo Valls publicó una fotografía en sus redes sociales en la que sostenía una banderola verde. Sin embargo, el mensaje de la original es bien diferente.

El presentador valenciano luce una pancarta con el logo del proyecto Oxizonia, una ONG ilicitana que nació para preservar el Amazonas con el fin de compensar la pérdida de masa boscosa.

Arturo Valls posa con la bandera del proyecto Oxizonia

Relación con Monasterio

Todo se remonta a 2005, cuando Arturo Valls buscaba un piso en Madrid y entró en contacto con el estudio de la presidenta de Vox de la Comunidad de Madrid. Por aquel entonces Monasterio se presentaba como arquitecta, aunque el título lo obtuvo en 2009. Ella y su marido, Iván Espinosa, le ofrecieron al presentador la posibilidad de convertir en vivienda un viejo local comercial que habían localizado en el número 7 de la calle Rodas, en el barrio de Lavapiés.

Relacionado Rocío Monasterio pide aplicar el pin parental a Bob Pop para vetarle en los colegios

El expediente municipal del inmueble revela que el mismo 3 de junio de 2005 se solicitó licencia para obras de conservación, un trámite que se archivó tres años después “al no haber aportado en el plazo concedido la documentación preceptiva”. Luego se pidieron licencias para cambiar el uso del inmueble, pero de nuevo se desentendieron de los procedimientos y los requerimientos municipales. Pero, como en los otros proyectos en el punto de mira de la arquitecta de ultraderecha, las obras se hicieron. A día de hoy, en el registro el inmueble sigue figurando como “local comercial-tienda”.

El juicio civil será, previsiblemente, en el plazo de un año. Mientras que el presentador de Antena 3 ha confirmado que ha presentado la demanda, pero prefiere guardar silencio para que los tribunales hagan su trabajo, los de la ultraderecha no quieren hacer declaraciones.