Ni los reveladores SMS que intercambiaron Luis Bárcenas y Mariano Rajoy, algunos de ellos tras conocerse el escándalo de sus cuentas multimillonarias en Suiza, han sembrado la más mínima duda en la Brunete marianista sobre la honorabilidad del presidente del Gobierno. Este lunes repiten una vez más los cada vez más ridículos argumentos genoveses: los comprometedores mensajes son en realidad "la prueba de que Rajoy no cedió al chantaje" y la culpa de todo la tiene Rubalcaba, que sigue el juego al chantajista para "atacar a Rajoy y encubrir la guerra en su partido". ¡Toma ya!



 

"Los SMS prueban que Bárcenas no logró doblegar a Rajoy" (ABC). "Rajoy no cederá a la extorsión de Bárcenas" (La Razón). Son los titulares de este lunes tras la portada de infarto (para el PP) de ayer del diario El Mundo. En el editorial ambos diarios coinciden en destacar la misma idea y cargar contra los que le siguen el juego al chantajista para "llevarse por delante" al presidente del Gobierno. Se mete tanto con la izquierda como con los medios de comunicación que publican las "mentiras y medias verdades" de Bárcenas.

Estos son los argumentos del ABC:

"Resulta sospechoso que quienes presumen de ser los guardianes de la verdad hablen en grandes titulares por boca de Bárcenas, un hombre cuya palabra no debía tener ningún valor. Y aún más sospechoso resulta observar cómo los guardianes de la verdad impresa han convertido a Bárcenas en colaborador necesario para someter al presidente del Gobierno a un juicio paralelo que está siendo aprovechado por la izquierda política para exigir la dimisión de Rajoy en un momento en el qeu lo que España necesita es estabilidad política para aforntar de manera decidida el fin de la recesión económica. El PSOE parece seguir el guión de la estrategia que, con ayuda de otros, ha trazado Bárcenas para hacer le máximo daño al Ejecutivo en un momento crucial para recuperar la senda del crecimiento".

Alfonso Merlos acusa a Rubalcaba de montar otro 13-M
El columnista Alfonso Merlos, en el diario de Vocento, pone la guinda al argumentario genovés al comparar lo que está pasando con el 11-M. Con el significativo título "El espírito del 13-M"  apunta a una supuesta conspiración del PSOE para acabar con Rajoy. "Rubalcaba en estado puro", argumenta el que fuera niño mimado de Federico Jiménez Losantos. En su opinión al presidente del Gobierno le han montado un "juicio sumarísimo" para apearle del poder:
"Es muy claro: la derecha –sean liberales o conservadores– no tiene derecho a gobernar este país. Y hay que sacarla cuanto antes del poder. Por las buenas o por las malas. Cueste lo que cueste. (...)  Es el divide y vencerás. Y cada uno de nosotros tendrá que ver si deposita sus esperanzas en quien usó los atentados de Atocha para meterse a millones de incautos en el bolsillo, y ahora quiere repetir aliándose con uno de los grandes chorizos de la historia de España. Presunto".

Marhuenda y Rubalcaba, el antisistema
La Razón, también centra su editorial en cargar las tintas contra Rubalcaba, a quien acusa de ser "incapaz de mostrar una oposición seria y responsable". Asegura que su "giro radical" de ayer al pedir la dimisión de Rajoy no es más que una cortina de humo para tapar su crisis interna:
"Ni el chantaje del antiguo contable, ni la operación política puesta en marcha desde distintos frentes para descabalgarle del Gobierno, ni el griterío de la izquierda radical, al que se ha sumado el PSOE, son motivos aceptables para que Rajoy desvíe su atención de lo que realmente importa: la lucha contra la crisis y contra el paro. (...) Rubalcaba debería ir con cuidado al convertirse en 'líder' de la izquierda radical e impulsar una moción de censura que le hunidrá políticamente y le dejará sin credibilidad".

La caverna, dividida
Ambas portadas contrastan con la de su antiguo compañero de fatigas, Pedro J. Ramírez, que publica la supuesta oferta hecha el lunes pasado a Bárcenas por el abogado de Álvaro Lapuerta, en nombre del PP. Según El Mundo, la dirección de Génova le habría ofrecido al extesorero la cabeza de Gallardón y la nulidad del proceso si callaba.