Quizás por eso, porque el ambiente era más relajado, porque aquí no había posibilidad de “pinchazo” de asistencias, ni ánimos exultados ante llenos desbordantes…, quizás por eso, ya digo, quienes rodean al presidente del gobierno nos han dado a los periodistas de la caravana el momento más esperado de la campaña: un “tete a tete” con el no candidato y, sin embargo, gran protagonista de las elecciones, Rodríguez Zapatero.

Una variación que no deja de significar un alivio para nosotros. Quizás ustedes no lo noten (espero que no lo hagan) en mis crónicas, pero les contaré un secreto: los mítines se parecen mucho unos a otros… Iba a decir que como dos gotas de agua, pero no, porque siempre acabamos encontrando algo, una frase, un gesto, un lleno o un no lleno que nos salva la crónica y que nos permite darle un enfoque diferente. O más o menos diferente. Pero se parecen mucho, mucho. Y ya todos los que estamos metidos en este lío tenemos cierta sensación de vivir como en la película aquella de “el día de la marmota”, ¿recuerdan? Sí, aquella en la que el protagonista se despertaba cada mañana para vivir una vez tras otra exactamente los mismos acontecimientos.

Bueno, pues eso, que una hora antes de que empezara el mitin, la gente de comunicación del PSOE nos han llevado a una tienda de lona, junto al escenario y, sentados en sillas de tijera de madera, hemos tenido un encuentro de poco más de media hora con Zapatero para que nos contara. El resultado de lo que ha dicho el Zapatero político, lo tienen en la crónica del día de la campaña.

Pero comparto con ustedes, güiquilik del día, una pequeña curiosidad, algo que demuestra que los presidentes también son humanos. No hemos empezado hablando de política, ni de campaña, ni de Rajoy, sino de… Exacto, de fútbol. Zapatero quiere ir al fútbol. Ya se sabe, como tanta otra gente es del Barça. En fin. Y lo que quiere es ir a Londres para estar en Wembley, en la final de la Champions. “Voy a verles jugar la tercera final”, ha dicho, “y vamos a ganar otra vez”.

Claro, que rápidamente  los presentes en la reunión que sentíamos menos pasión por lo blaugrana le hemos recordado rápidamente que la final es el 28 y que ese mismo sábado él tiene otro partido crucial: una reunión del Comité Federal en la que deben estudiar los posibles pactos postelectorales…, y quizás el calendario para las primarias en las que saldrá su sustitut@. No se había dado cuenta. Se ha quedado pensativo y ha preguntado: “¿El partido es a las nueve menos cuarto, no?”.

Algo me dice que esa reunión del Comité Federal no va a acabar, de ninguna manera, más tarde de las 5 de la tarde. Más bien, que acabará antes.