El artículo Yo no te creo, que publicaba fotos y datos personales de la vícitma de La Manada, publicado en la web La Tribuna de Cartagena, está firmado por el supuesto jefe de redacción de esa web, Marcos Larrazabal. Pero Marcos Larrazabal no existe. Al menos, no como un periodista real y que trabaja en ese sitio web. Marcos Larrazabal es el nombre del protagonista de una novela llamada Con Piel De Cordero, escrita por el que figura como director de La Tribuna de Cartagena, Josele Sánchez.

Así que quien ha lanzado sus ataques a la víctima de La Manada y que también ha publicado sus fotos y datos personales, justificandose en tener una hija de 18 años resulta ser un seudónimo. Y un seudónimo del que no se avisa en ningún lugar de esa web, dado que en la propia web aparece como redactor jefe, sin advertir en ningún momento que esa persona no existe. 

También existe un perfil de Facebook de Marcos Larrazabal, que interactua como una persona real y que sólo en una de sus pestañas cuestiona si es una persona real o no. Eso sí, sólo enlaza a los artículos escritos por Josele Sánchez

La novela de Sánchez, protagonizada por el imaginario redactor jefe, documenta una conocida teoría de la conspiración de la ultraderecha española, según la cual Santiago Carrillo asesinó a su primera esposa. Siendo el tal Marcos Larrazabal -corresponsal de guerra, tópico periodista duro- el que descubre toda la trama. 

Condena del colegio de periodistas de Murcia

En un comunicado, el Colegio de Periodistas de Murcia ha condenado la difusión de imágenes y datos de la víctima de La Manada, afirmando que se han podido vulnerar derechos fundamentales y que se ha desprotegido a la víctima. Además, recuerda que el código deontológico del periodismo rechaza este tipo de intromisiones gratuitas en la intimidad, el honor y la propia imagen.

Aludiendo indirectamente a La Tribuna de Cartagena, el Colegio expresa que "maquetar una página digital para darle apariencia de periódico no la convierte en tal, del mismo modo que construir un edificio con la apariencia de un hospital no representa que en su interior se esté practicando la medicina. Quien resulta verdaderamente perjudicada de esta situación es la sociedad a quien de un modo u otro se está engañando"