El Grupo Prisa ha celebrado durante la mañana de este viernes su junta general de accionistas y todos los ojos estaban puesto en su presidente Juan Luis Cebrián, quien llevaba tiempo en la cuerda floja. El portal Bloomberg señaló en marzo de este año que los tres principales accionistas del Grupo, Telefónica, Caixabank y el fondo Amber Capital estaban buscando el relevo de Cebrián por su mala gestión. Sin embargo, Cebrián ha conseguido salvar el match point y no solo continúa en el cargo, sino que además ha nombrado un nuevo consejero delegado: su delfín Manuel Mirat.

El presidente de Prisa ha relevado a José Luis Sainz, quien también estaba en la cuerda floja según Bloomberg. Su lugar lo ocupará uno de los más cercanos a Cebrián, Mirat. De esta manera, Juan Luis Cebrián se blinda y parece que cumplirá su contrato -tiene firmado hasta diciembre de 2018-.

Cebrián ha justificado el despido de Sainz en la necesidad de emprender una nueva etapa, un nuevo camino. Un despido que tendrá un coste de más de 1,5 millones de euros, a los que habría que sumar 375.000 en caso de que Prisa prive a Sainz de trabajar en alguna empresa de la competencia durante el año posterior a su salida, que se ejecutará en septiembre de este año.

En su discurso de despedida, José Luis Sainz, ha advertido que Prisa sufrirá importantes cambios. Una transformación que se cristalizará en contenidos de pago bajo demanda. Y es que, el propio Cebrián ha anunciado que “estamos preparados para cobrar por contenidos”.