La célebre presentadora Ana Rosa Quinta se ha autoretratado. Este miércoles se ha justificado por unas palabras que pronunció fuera de cámara -cuando pensaba que el micrófono estaba cerrado- durante el programa del martes. El tema que estaban comentando era la paliza que recibió una joven en la puerta de un pub en Murcia. En directo, Ana Rosa opinaba una cosa, pero cuando dieron paso a un video, pareció haber cambiado de opinión.

Los micrófonos captaron a la presentadora diciendo: “Me parece bien que le hayan partido la cara”. En este sentido, Ana Rosa asegura que “no soy consciente” y que “es una frase sacada de contexto”, eso sí, “no me acuerdo del contexto que eso es lo más importante”.

Después de su justificación, algo torticera, dicho sea de paso, arremetió contra los medios que se hacían eco del hecho: “Le quiero decir a mis compañeros que lo están publicando que yo no digo una cosa dentro y otra fuera”, y ha añadido que “sacar la frasecita de contexto es muy fácil”.

La presentadora ha concluido afirmando que “llevo 12 años presentado este programa durante 4 horas diarias y en esta cadena digo lo que quiero y lo que me da la gana”, y ha matizado que, en cualquier caso, “si la familia se ha sentido ofendida pido disculpas”.

Una escena que ha recordado al episodio de su libro Sabor a hiel, la mancha del currículum de Ana Rosa, quien fue acusada de plagio y se escudó en que se debió a “un error informático” en primer momento, pero después matizó que “un colaborador que gozaba de toda mi confianza” fue el culpable.

Pero Ana Rosa no es la primera ni la única que un micrófono que cree cerrado le juega una mala pasada. Ya le ocurrió a Francisco Marhuenda durante una intervención en Antena 3. Se estaba comentado una serie de ataques en Egipto cuando Marhuenda fue pillado afirmado: “Pues que se jodan”.