El teletrabajo ha provocado una mayor implicación de los hombres en las tareas del hogar, aun así, siguen siendo las mujeres las que acumulan mayor carga de responsabilidad. Solo el 30% de los hombres que teletrabajan participan más que sus parejas en las tareas del hogar, frente al 51 % de las mujeres que hacen la misma afirmación. Es una de las conclusiones del estudio 'Teletrabajo después de la pandemia. Análisis desde la perspectiva del trabajador', del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”, elaborado por Marta Curull y Laia Maynou, investigadoras de la Universidad de Barcelona, y por Lídia Farré, del Instituto de Análisis Económico del CSIC y la Barcelona School of Economics. Entre los hombres que nunca teletrabajan, sólo el 18% reconoce tener mayor carga que sus mujeres en las tareas domésticas. El porcentaje en el caso de las mujeres, sin embargo, es muy similar tanto si teletrabajan como si no.

"El teletrabajo está asociado a una mayor participación en la producción doméstica por parte de los hombres", destaca la investigadora y coautora del estudio Lídia Farré. Si el foco se pone en el cuidado de los hijos, el 48 % de las mujeres que teletrabajan declara contribuir más que sus parejas a las actividades de cuidado, mientras que el 47 % afirma hacerlo en una proporción similar. Entre los hombres que trabajan desde casa, al menos un día a la semana, el 24 % afirma hacer más que sus parejas en las actividades de los niños, y el 59 % asegura contribuir en una proporción similar. Por su parte, entre los hombres que no hacen teletrabajo, solo el 12 % contribuye más que sus parejas, mientras que el 66 % declara hacerlo en una proporción similar. En consecuencia, el 22 % de los hombres que nunca hacen teletrabajo tienen una implicación menor que sus parejas en el cuidado de los hijos.

 

Este estudio se ha hecho en 2022, dos años después del primer confinamiento por la pandemia de covid-19 con el fin de analizar la nueva normalidad laboral. Las investigadoras sondearon a 4.000 personas de entre 25 y 50 añosEntre otras cosas, descubrieron que hay trabajadores que renunciarían a una parte del salario a cambio del teletrabajo e incluso se muestran a favor de cambiar de empleo por otro de peor remuneración pero que sí incluya esa posibilidad. La cercanía del trabajo al hogar es otro factor que influye mucho en la toma de decisiones.

"Este resultado es consistente con las predicciones del modelo de compensación de diferencias salariales (compensating wage differentials), donde los trabajadores están dispuestos a renunciar a parte de su salario a cambio de mejores condiciones laborales, como por ejemplo la opción de trabajar desde casa", valora Lídia Farré, investigadora del IAE-CSIC.

Hombres y mujeres coinciden con una variación de apenas dos puntos en que esta nueva realidad laboral mejora el equilibrio entre las responsabilidades familiares y personales, además de la economía y el bienestar emocional. "La presencialidad en el puesto de trabajo está asociada a costes de tiempo y monetarios que pueden verse reducidos de manera sustancial cuando se opta por la opción de teletrabajar. Por ejemplo, si el tiempo que los trabajadores ahorran en desplazarse al trabajo lo dedican a actividades familiares o de ocio, es de esperar que su bienestar emocional aumente", puntualiza la investigadora Lídia Farré. En este sentido, el 84 % de los hombres y el 83 % de las mujeres afirman que el teletrabajo ahorra dinero y tiempo.