Investigadores del consorcio europeo Amyloid Imaging to Prevent Alzheimer’s Disease (AMYPAD) han analizado si el método que se utiliza en la práctica clínica para diagnosticar el Alzheimer con una Tomografía por Emisión de Positrones (PET, por las siglas en inglés) de amiloide, es también capaz de detectar las fases más incipientes de la enfermedad. Los investigadores concluyen que este método también es útil en las fases iniciales de la enfermedad y propone una nueva metodología para determinar la extensión de la patología en diferentes regiones del cerebro.

“Nuestro trabajo aporta un método fácilmente aplicable en la práctica clínica que permitirá un diagnóstico más sensible de las fases más incipientes del Alzheimer, similar al que hacemos en el ámbito de la investigación”, explica el Dr. Juan Domingo Gispert, autor principal del estudio y responsable de un grupo de trabajo del consorcio AMYPAD y del grupo de Neuroimagen del centro de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), que cuenta también con el apoyo de la Fundación "la Caixa"

El estudio se ha presentado como una comunicación destacada en el International Conference on Alzheimer’s and Parkinson’s Disease, que se celebra estos días de forma virtual, y ha estado distinguida con el premio Junior Faculty Award. El proyecto ha contado con la colaboración de investigadores del CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), y se ha publicado a la revista científica European Journal of Nuclear Medicine and Molecular Imaging.

PET de amiloide

El PET es una técnica de neuroimagen que, utilizada con un trazador concreto, sirve para detectar la proteína beta amiloide en el cerebro. Esta proteína es el primer signo medible del Alzheimer, y puede empezar a acumularse anormalmente en placas hasta dos décadas antes del inicio de los síntomas.

En el ámbito de la investigación, esta prueba proporciona una gran cantidad de información sobre la presencia y extensión de estas placas, y permite cuantificar numéricamente, con una escala llamada Centiloid, qué grado de afectación tiene el participante o paciente. En cambio, en el ámbito clínico, los profesionales hacen una lectura visual de las imágenes, de carácter exclusivamente cualitativo, siguiendo unos protocolos establecidos que llevan hacia un único resultado: positivo o negativo.

Próximos pasos

Los investigadores del consorcio han compartido en acceso abierto este nuevo método, en el cual también explican cómo se podrían extrapolar los resultados a escala Centiloid utilizada en investigación, y detallan, por ejemplo, cuáles son las mejores orientaciones para detectar la extensión de la acumulación de amiloide en diferentes regiones del cerebro. Tal y como apunta el Dr. Gispert, “poder hacer un diagnóstico más cuidadoso supondrá una mejora en la selección de participantes para los ensayos clínicos y, en un futuro próximo, será indispensable cuando haya tratamientos disponibles para las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer”.

El próximo paso de los miembros del consorcio AMYPAD es investigar la capacidad pronóstica de la prueba PET de amiloide en una cohorte de cerca de 800 participantes de toda Europa.

Cada tres segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo

Esta investigación es un importante avance en la lucha contra esta enfermedad. Cada 3 segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo, y se calcula que actualmente hay 50 millones de personas afectadas, en la mayoría de los casos por alzhéimer. Esta cifra se traduce en España en más de 900.000 personas. Con la esperanza de vida en aumento, si no se encuentra un tratamiento para prevenir o frenar el curso de la enfermedad, la cifra de casos podría triplicarse en el año 2050, y llegar a dimensiones de epidemia, como apunta el último informe World Alzheimer Report 2018 publicado por Alzheimer’s Disease International.