El equipo de oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona llevó a cabo, de forma voluntaria, revisiones oftalmológicas a casi 200 niños de hogares vulnerables que son beneficiarios del programa #Invulnerables de CaixaProinfancia. Los niños llegaron desde Lleida, Manresa, Ripoll - Sant Joan de les Abadesses, Manlleu y Figueres, y para muchos de ellos esta era la primera revisión médica de ojos de su vida.
El programa #Invulnerables de la Fundación “la Caixa” y de sor Lucía Caram cuenta con el apoyo del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, que facilita las alianzas en toda Cataluña entre centros sanitarios públicos y privados. Dentro del programa, en 2018, nació #Invulnerables con visión, cuyo objetivo es velar por la salud visual de los niños. Se trata de un paso imprescindible para garantizar su bienestar integral, condición sine qua non para su desarrollo cognitivo. Esta revisión es la octava que se hace desde el nacimiento del programa, que solo fue interrumpido por la pandemia, pero que ha vuelto con más fuerza que nunca. En este caso, se hizo en el Hospital Clínic de Barcelona, pero en anteriores ocasiones tuvo lugar en diferentes centros de referencia de Cataluña.
El programa logra su éxito gracias a la unión de voluntades públicas y privadas
La jornada contó con el equipo del doctor Bernardo Sánchez, jefe del Servicio de Oftalmología, conformado por seis oftalmólogos, tres optometristas y personal administrativo. Los 30 años de historia y las 650 ópticas asociadas son la carta de presentación del Natural Optics Group, que no solo aportó su equipo de profesionales, sino también proporcionará gafas a los niños que las necesiten después de la revisión. Además, serán los propios niños los que las elijan, para quedarse con sus preferidas. La última colaboración es de la Fundación del Convento de Santa Clara y del Espacio Francisco de Asís, que pusieron a disposición 15 voluntarios, quienes se encargaron de organizar y acompañar a los menores y a sus padres.
Los problemas de visión son un fenómeno trasversal que, según un estudio de la Academia Americana de Oftalmología, afecta a uno de cada cuatro niños. Muchas veces, problemas como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o el ojo vago no son detectados, y de ahí la importancia de las revisiones periódicas. Hay que tener en cuenta que la visión se desarrolla en los primeros 8 a 10 años de vida, según confirma el servicio de oftalmología del Hospital Clínic. En este contexto, lo aconsejable es llevar a los niños a una primera revisión a los 4 años, y repetir el control año a año. Esto tiene que ser independiente de si se detectan síntomas o no. Los problemas de visión son una enfermedad silenciosa, que muchas veces avanza sin mostrar signos visibles. Un detalle a tener en cuenta es si el niño nunca ha visto bien, no sabrá distinguir si lo que ve es normal o no y, por lo tanto, tampoco lo dirá.
Cuando se corrige el problema visual, la realidad del niño cambia por completo
Los problemas de visión tienen un efecto colateral en el comportamiento y están ligados, con frecuencia, a una baja autoestima, que puede llevar al fracaso escolar y al aislamiento. Algunos niños no saben que tienen que llevar gafas o les da vergüenza decir que no ven bien, algo muy fácil de solucionar y que hará que sus vidas den un giro de 180 grados. El subprograma #Invulnerables con visión nace, poniendo en valor esa posibilidad de cambio, desde el programa madre #Invulnerables, que es una iniciativa contra la pobreza infantil, impulsado por la Fundación “la Caixa” y sor Lucía Caram. El programa pretende romper el círculo de la pobreza hereditaria, fomentando la igualdad de oportunidades, y se desarrolla, de momento, en 13 municipios, mediante la formación de 15 redes de trabajo, de la mano de las administraciones locales y de 40 entidades sociales. Desde que se puso en marcha, hace cuatro años, se ha atendido a casi 1.411 familias y a un total de 2.596 niños.