Mientras la Xunta de Galicia, gobernada por el Partido Popular de Alfonso Rueda, solicita más medios al Ejecutivo central para tratar de frenar el avance de los incendios forestales que están devastando esta comunidad autónoma, este martes este mismo gobierno gallego ordenaba la retirada de varios efectivos de bomberos con Ourense en nivel 2 de emergencia y con hasta siete incendios activos.

La decisión la amparaban en que los efectivos retirados eran bomberos urbanos y no forestales. “Los bomberos de los consorcios provinciales han colaborado con el operativo de la Xunta, en el marco de sus funciones de protección de pueblos y viviendas. Actualmente,  las principales tareas se centran en la limpieza perimetral de terrenos forestales con maquinaria pesada y herramientas manuales, especialidad del cuerpo de bomberos forestales”, sostenían desde el ejecutivo de Rueda. 

No obstante, tras el revuelo que generó la retirada de estos efectivos, tal como ha adelantado la cadena SER, la Xunta ha dado marcha atrás este miércoles y ha anunciado que va a movilizarlos nuevamente para que colaboren con las tareas de saneamiento y liquidación de perímetros forestales. “Seguimos necesitando recursos especializados para el dispositivo, especialmente maquinaria pesada, para perimetrar adecuadamente los incendios e intentar estabilizarlos lo antes posible”, han defendido. 

Siete focos activos y 73.000 hectáreas arrasadas

A los incendios activos en Extremadura, Castilla y León y Asturias se suman los de Galicia. Por el momento hay siete focos activos -uno menos que este martes- y con 73.000 hectáreas calcinadas. Según los últimos datos, el incendio que más preocupa es el que se inició el pasado miércoles en Larouco, en la parroquia de Seadur, y que según las últimas estimaciones ya afecta a unas 20.000 hectáreas, convirtiéndose en el más grande de la historia de Galicia.

Las llamas afectan, además de al municipio de Larouco, a otros nueve de la zona: Quiroga, O Barco de Valdeorras, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, A Rúa, Petín, Rubiá, A Veiga y Vilamartín de Valdeorras. Por su parte, también sigue activo el incendio de Chandrexa de Queixa iniciado en la parroquia de Requeixo el día 8 de agosto, y que acabó uniéndose con otros dos incendios registrados en la parroquia de Parafita y en el municipio de Vilariño de Conso. En total, han estado trabajando para extinguir las llamas, que afectan a unas 18.000 hectáreas, 23 técnicos, 141 agentes, 171 brigadas, 106 motobombas, 19 palas, 16 unidades técnicas de apoyo, 25 helicópteros y 26 aviones, además de efectivos de la UME.

Igualmente, siguen activos en la provincia de Ourense el incendio de Oímbra (que se inició el 12 de agosto y días después se unió con un fuego declarado en Xinzo da Limia y se extendió a otros municipios), con 15.000 hectáreas arrasadas, también en el 'top' de los más grandes grandes de Galicia; y el de A Mezquita (que afecta también al municipio de A Gudiña y al de Viana do Bolo, así como a parte de la provincia de Zamora), con 10.000 hectáreas afectadas. Los medios de extinción trabajan también en incendios activos en Vilardevós, 500 hectáreas en la parroquia de Moailda; y en Carballeda de Avia (que se unió con un fuego declarado en Beade) y que afecta ya a 4.000 hectáreas.

Por lo que respecta al resto de la comunidad, no se han registrado cambios desde este martes. En la provincia de A Coruña, continúa bajo control el fuego en Muxía, en la parroquia de Nosa Señora da O, que afecta por el momento a unas 23 hectáreas de terreno. En Lugo, están en la misma situación los incendios de O Saviñao (60 hectáreas), Cervantes (150 hectáreas) y el de A Fonsagrada (150 hectáreas).

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