El Tribunal de Cuentas investigará la denuncia realizada por Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad (Audita Sanidad) en 2016 por las presuntas irregularidades en los contratos menores firmados sin ningún tipo de concurso por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

El escándalo en las contrataciones públicas de la sanidad madrileña ha sido puesto sobre la mesa por ElPlural.com en varias ocasiones. Con la connivencia del gobierno regional, en manos del PP desde hace 24 años, los gerentes de los hospitales y el Grupo Empresarial Electromédico -conformado por Asime, ITH Maroc e Iberman- han mantenido una relación dual que ha reportado a GEE adjudicaciones millonarias sin concurso de por medio y extendidos en el tiempo por encima de la ley.

El mantenimiento del servicio de electromedicina es el concepto de cada uno de los pliegos y el botín de las partes en lo que ya se conoce como el Caso GEE. Una operación sistematizada y bilateral que trasciende de los límites establecidos por la ley de contratos y que se acentúa con cada una de las informaciones publicadas.

Una trama encubierta de la que la consejería popular no ha querido dar declaraciones pese a la insistencia mostrada por ElPlural.com. Sí lo han hecho algunos de los hospitales que han cometido esta infracción contractual, reconociendo la información y dejando en el aire el motivo por el que hasta ahora no se ha iniciado un nuevo procedimiento de contratación mientras se siguen destinando millones de euros a las citadas empresas sin que medio ningún concurso público.

Por el momento, son siete los hospitales que han sido sometidos al escrutinio por este medio. Una trama orquestada que se conecta a lo largo y ancho de Madrid: 30 millones de euros en La Pazmás de 22 en el Clínico San Carlos16 en el Severo Ochoa14 en el Ramón y Cajal3 millones en el Niño Jesús, 900.000 euros en el Universitario de Getafecientos de miles de euros en el Carlos III.

Corrupción en equipos que ayudan a salvar vidas

La gravedad de lo ocurrido es máxima. Estamos hablando de equipos que ayudan a salvar la vida o prolongarla. Como ejemplos basta con citar los equipos de anestesia y el instrumental quirúrgico utilizados en las operaciones, las unidades de radioterapia para el tratamiento del cáncer o las incubadoras que necesitan los recién nacidos prematuros. Los equipos de electromedicina también mejoran la calidad de vida, como ocurre con los marcapasos, que permiten orquestar los latidos del corazón; las prótesis, que compensan la pérdida de un miembro, o los hemodializadores, que sustituyen la función renal.