El PP tiene la llave de la alcaldía de Barcelona. En su mano está si inviste al sociacista Jaume Collboni o, por el contrario, facilita que Xavier Trías, candidato de Junts, llega al bastón de mando. Una situación que ha puesto toda la presión en los populares a los que pidan que repita lo mismo que hizo Manuel Valls en 2019 facilitando la alcaldía a la izquierda y evitar que el independentismo de ERC y Junts llegaran al poder. 

La intención en este caso, y que pide la asociación Sociedad Civil Catalana (SCC) es que se impida el acceso a la alcaldía de Trias mediante el préstamo de dos de los cuatro votos de los concejales del PP a Collboni, que formaría gobierno municipal con el apoyo de los comunes de Ada Colau, que suman nueve concejales. En total, serían 21 votos, los que marcan la mayoría absoluta en el Consistorio y frustrarían la designación de Trias y, por ende, que el partido de Puigdemont alcance el poder.

Una situación que el PSC pide para lograr la alcaldía y que es apoyada por la entidad constitucionalista, presidida por Elda Mata. Así ha trascendido en un comunicado de la ejecutiva de SCC en el que "emplaza a las formaciones constitucionalistas a dar la batalla por la libertad y la igualdad entre todos los ciudadanos y a impedir la formación de gobiernos municipales de signo secesionista en todos aquellos municipios donde esté en manos del constitucionalismo sumar mayorías alternativas leales al marco constitucional vigente".

En la nota hecha pública este miércoles, se apela a la "responsabilidad y sentido de Estado de los dirigentes de estos partidos (los constitucionalistas)". Por ello, instan "a no entregar ninguna alcaldía a representantes de formaciones secesionistas". "El gran avance electoral experimentado en Cataluña por los partidos leales al Estado democrático de derecho demuestra que es posible trasladar la Cataluña real –plural, diversa y bilingüe– a unas instituciones gobernadas desde hace décadas por un nacionalismo excluyente, sectario y monolingüe que ha elevado el pensamiento único no mayoritario a la categoría de oficial", apunta el texto.

De hecho SCC augura una reactivación del proceso separatista por parte de ERC, JxCat y la CUP para recuperar terreno y más ante el adelanto electoral del 23J. "Ello se traducirá en nuevos y dolorosos desafíos a la convivencia entre ciudadanos y al Estado democrático de derecho. No hacer frente a esta situación ni es una opción ni sería entendido por el ciudadano que claramente ha expresado en las urnas su rechazo a la perversa ideología nacionalista", inidcan. Por su parte, el PP justifica su apoyo al partido de derechas independentista a que Ada Colau entraría en el gobierno y también apoya el "derecho a decidir" del 1-O.

El PP pone más excusas que propuestas para desatascar la situación en Barcelona. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, emplazaba al Partido Socialista a aclarar si su "pretensión" en el Ayuntamiento de Barcelona es gobernar con Ada Colau asegurando que su formación "está hablando con las distintas fuerzas políticas" para lograr un acuerdo antes del 17 de junio, día en el que se constituye el Ayuntamiento de Barcelona y se elige a su alcalde.

Por ello, pedía al PSOE que aclare en estos días si está dispuesto a gobernar con Coalu. "Y por cierto, que confirme si va a gobernar con Colau o cuál es la pretensión que tiene el Partido Socialista en el ayuntamiento de Barcelona", ha declarado a lo largo de la semana. 

Feijóo también se pronunciaba al respecto. A pesar de que de cara a las generales ha dado todo el poder de pactos a cada candidato y así minimizar cualquier polémica como este caso o en los pactos con Vox, ha mostrado su rechazo al "ticket de Colboni y Colau" porque, en su opinión, "es un ticket que la mayoría de los ciudadanos de Barcelona no lo aceptan".

Además, Feijóo veía positivo que su partido empiece a ser "llave" en algunos ayuntamientos de Cataluña, como el de Barcelona. Tras años a la baja en el que tanto Ciudadanos como PSC le han comido terrero, prefería hablar de su mayoría absoluta en Badalona o destacaba que sea segunda fuerza en Lleida. "Es bueno que ocurran estas cosas", ha manifestado este martes sin aclarar si darán al partido de Puigdemont el poder.

El PP, entre la espada y la pared

La posición del PP ha puesto de acuerdo a derecha e izquierda del tablero político. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha criticado al Partido Popular desde Bruselas por "entregar Barcelona" a Trias, al que se ha referido como "el candidato de Puigdemont". "Eso es cualquier cosa menos patriotismo", aseguraba.

Calviño ha acusado así a los populares de "decir una cosa y hacer otra" y de "tratar de desviar la atención" de los pactos electorales tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo.

Misma línea que sigue la ministra de Defensa, Margarita Robles, que aseguraba que estaba "escandalizada" ante la posibilidad se convierta en alcalde. Por ello, denunciaba las "contradicciones" del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. "Si eso se confirma, yo tengo que decir que estoy escandalizada. El señor Feijóo, que siempre da lecciones, está dejando la Alcaldía de una ciudad como Barcelona en manos del partido de Puigdemont", comentaba en referencia a la campaña del PP hablando de los socios independentistas del Gobierno a los que ahora el PP daría la alcaldía. En este sentido, denunciaba que Feijóo "un día dice blanco y al día siguiente dice negro".