Los sanitarios andaluces vuelven a la calle. La jornada del jueves ha visto como las políticas de Juanma Moreno reunían a toda la oposición política y a las principales entidades de representación reclamando un “verdadero acuerdo” para salvar la Atención Primaria.

Una manifestación de todos –menos VOX y Ciudadanos– contra el gobierno del PP para protestar por las señales que emanan desde la Junta de Andalucía. A pesar de las declaraciones de los gobernantes, en las últimas semanas se evidencia una clara tendencia hacia la privatización del sistema sanitario.

Si al principio de mes la Junta anunció un marco de actuación que derivaba y tarifaba servicios de la atención primaria para beneficio de la privada, esta semana salían a la luz los más de 200 millones de euros de contratos a dedo con los que el gobierno del PP viene pagando a aseguradoras privadas, amparándose en un Decreto Ley de emergencia por Covid que lleva derogado año y medio.

Mientras los manifestantes de UGT, CCOO y CSIF clamaban ‘No maltrates la mano que te cuida’, representantes de la izquierda arremeten contra las políticas sanitarias del PP en Sevilla.

“La careta de Juanma Moreno ‘el moderado’ se ha caído. Desde que pisaron San Telmo no han parado de regar con millones a la sanidad privada”,  declara la vicesecretaria general del PSOE en alusión a los contratos de emergencia por COVID que la Junta continúa autorizando, “al margen de la legalidad, sin control ninguno y beneficiando a quien les da la gana. Es decir, derivar dinero a quien ellos quieren mientras destrozan lo público”.

Además, la oposición y los representantes sindicales exigen la derogación total y sin ambivalencias de la orden para derivar a la privada la atención primaria en base a unas determinadas tarifas.

La Junta se ha visto obligada a recular tanto en la orden de privatización como en el proceso de contratación a dedo ante la reacción de los sanitarios y la oposición política, que tilda de “fraude de ley” estas acciones.  De hecho, el gobierno firmó el día 13 un nuevo pacto social y económico con UGT y CCOO que aseguraba un 25% de presupuesto sanitario para la atención primaria. Pero la medida no es suficiente.

UGT, CCOO y CSIF no confían en que estos acuerdos se traduzcan en una “verdadera" protección de la sanidad pública que se está viendo “transferida" a la privada. “El problema es que las palabras del gobierno no se corresponden con lo que hace la Consejería de Sanidad en la mesa sectorial. Sanidad actúa independientemente y, a pesar de muchas jornadas de negociación, cada vez estamos peor”, cuenta Antonio Macías, de UGT.

Además de la manifestación de este jueves, hay programadas concentraciones el día 20 y 25 de marzo; otros sindicatos, como el Sindicato de Médicas y Médicos Andaluces de Primaria, mantienen su paro indefinido desde el 20 de enero. Un repaso por las entidades de representación de los sanitarios revela un consenso aplastante: el sistema sanitario actual no tiene futuro.

Crecimiento de la privada

Los sindicatos alertan de que, hoy por hoy, conseguir una cita médica en la primaria en menos de diez días “es un milagro”. Pero este escenario de colapso sistémico no afecta solo a la pública. La privada ofrece una respuesta similar a pesar de que el negocio de las aseguradoras no para de crecer. Las cifras del sector superan ya a la situación prepandemia con 64 mil millones facturados solo en 2022.

“La privada ha crecido tanto que no ofrece ninguna garantía adicional, padece el mismo colapso y masificación que la pública”, reflexiona para El Plural Juan José Silva, vocal del Consejo de Colegio de Médicos de Andalucía, otra de las  entidades que se moviliza contra la precaria situación del sector, tanto en la pública como en la privada.

Lamentan además la falta de transparencia con la gestión de la pandemia en Andalucía, en referencia a los cientos de millones que siguen fluyendo a través de contratos a dedo, “se ha abusado mucho de la situación del Covid, compra de materiales defectuosos, contratos inflados y fraudes…”

Médicos y pacientes que “pagan el pato”

“Llevamos 30 años sin actualizar los baremos que cobramos, en el sector privado estamos en indefensión, lo que explica la falta de ingreso de médicos jóvenes y el éxodo a otras comunidades o países de sanitarios”, apunta Silva.

“Esto tiene que cambiar, pasó con la esclavitud, con los braceros del olivar y pasará con los médicos. Este sistema de trabajo a destajo –en la privada– es un abuso”… esclavitud y abuso son los términos en los que el presidente de UNIPROMEL, Ignacio Guerrero, define la actual coyuntura.

UNIPROMEL reúne a gran parte de los profesionales médicos de la sanidad privada en Andalucía. Si la orden de derivación del Sistema Andaluz de Salud a la sanidad privada establecía unas tarifas máximas de, por ejemplo, 65 euros por la atención primaria, al bolsillo del médico solo llegan unos 8 euros. “¿Dónde se queda todo ese dinero? Está claro que no va a beneficio del paciente ni en los médicos, que somos los que al final salimos perdiendo. Unos por precariedad –sanitarios– y otros por pérdida de calidad asistencias –los pacientes– estamos pagando el pato”, sentencia Guerrero.

El malestar no afecta solo al estamento médico. Todo lo que gira en torno a la atención sanitaria se ve igualmente presionado. Desde el principal sindicato de enfermería, SATSE, comparten su frustración por unas negociaciones interminables en la mesa sectorial que nunca llegan a buen puerto. Denuncian que el futuro con las actuales políticas es confuso y ambivalente.

El gobierno de Moreno dice ahora que la derivación a la privada solo se hará en casos de emergencia y coyunturas especiales; “pero ¿cómo se miden momentos de emergencia y coyunturales, en base a qué…?” cuestiona la secretaria de acción sindical de SATSE, Rosa Elena García, que señala “una dinámica de desmotivación para el trabajador de la sanidad privada. Están hundiendo la sanidad pública”

Politización indeseada

Sin embargo, gran parte de los profesionales consultados rechazan la confrontación entre sanidad pública y privada. No son sistemas alternativos, sino complementarios, “lo que no es asumible es que desde el gobierno se detraigan fondos públicos para fortalecer lo privado”, señala Macías, de UGT.

Desde UNIPROMEL, Ignacio Guerrero echa más leña al fuego contra un sistema de sanidad privado que está en manos de un “negocio” que devalúa la profesión del médico, “estamos siendo todos víctimas de un cartel que crece en connivencia con el poder político (…) y contra el que nadie actúa”, explica mientras reclama una sanidad libre en la que la autoridad central  sea el médico, “y no la administración pública que quiere pretende un monopolio de la sanidad, ni el cártel de las aseguradoras privadas”.

“El problema es que la sanidad se ha politizado. Deberíamos poder gestionarla desde puntos de vista más técnicos. Todos los sanitarios apostamos por una sanidad pública fuerte, es nuestra razón de ser: la protección del más vulnerable, pero eso no debe competir con lo privado” reflexiona Silva, del Colegio de Médicos.

El sector sanitario continuará en pie de guerra las próximas semanas. Las concesiones esgrimidas hasta ahora por el gobierno no se traducen en acuerdos concretos entre el SAS y unos sanitarios que se congregan en la indignación.