El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, está de baja por paternidad, lo cual no le impide seguir ejerciendo de líder ultraderechista, pero sí le excusa, al parecer, de asistir al Pleno de las Cortes, lo que no ha evitado que su nombre se pronunciara una y otra vez durante la sesión de control de este jueves a colación de sus últimas y variadas declaraciones racistas.

El asunto ha salido a la palestra durante la pregunta sobre despoblación que le ha lanzado al presidente Mañueco el portavoz del PSOE, Luis Tudanca, y de nuevo un rato más tarde a raíz de la pregunta de otro procurador socialista sobre sus manifestaciones xenófobas de hace unos días en Palencia y las de hoy mismo en torno a la acogida de refugiados en León.

Precisamente sobre su ausencia en el hemiciclo ha ironizado Tudanca, reclamándole medidas al presidente sobre el hecho de que el ultraderechista “no tiene tiempo” en su flamante paternidad para su cargo como vicepresidente, “donde le pagan los castellanos y leoneses, pero sí para asistir a actos de su partido en Cataluña y para citas racistas”: “Cuando llegaron inmigrantes ucranianos no dijo nada, será porque son blancos y cristianos, el problema es cuando son moros y negros, y eso se llama racismo”.

Mañueco carga contra la Delegación del Gobierno

Pasando de largo, como de costumbre, sobre las declaraciones de su vicepresidente, Alfonso Fernández Mañueco ha vuelto a evocar la solidaridad de Castilla y León como “tierra de acogida”, pero carga contra la Delegación del Gobierno, a quien su consejera de Familia había apuntado ya ayer por no avisar de la llegada de inmigrantes al municipio leonés de Villaquilambre. “La Delegación del Gobierno, o se entera de lo que pasa en esta tierra, o sobra”, ha dicho.

La “islamización” de un colegio en Palencia

“¿Apoya la Consejería de Educación a la dirección del colegio Villa y Tierra de Saldaña (Palencia) en la defensa de su alumnado frente a las declaraciones racistas y xenófobas del vicepresidente de la Junta?”, ha preguntado después el procurador socialista Jesús Guerrero a la consejera de Educación, Rocío Lucas, en el pleno.

El procurador del PSOE se refería a las manifestaciones claramente racistas y xenófobas de Gallardo el pasado día 26, en plena campaña electoral europea, en el municipio palentino, en uno de cuyos centros educativos afirmó que se estaba produciendo una “creciente islamización” y que le habían dicho que “ya son casi más los niños de religión musulmana en los colegios, que los cristianos”, y que aquellos querían imponer su costumbre de no servir cerdo en los comedores, declaraciones que el colegio aludido rechazó, profundamente molesto.

Los mercenarios de Franco

Guerrero ha criticado el desconocimiento de Gallardo en torno al número de ciudadanos marroquíes, el 1%, que residen en Palencia y le ha acusado de buscar únicamente generar odio al diferente y señalar a determinada población por su religión y su origen” y por ello “amenazan con la invasión mora y se les olvida que su admirado dictador trajo a España 80.000 mercenarios marroquíes para asesinar españoles en la Guerra Civil”.

El procurador del PSOE afea al alcalde, el presidente de la Diputación y la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias, Ángeles Armisén, todos palentinos y del Partido Popular, no haber defendido a sus convecinos de las declaraciones de Gallardo, de modo que “ha tenido que ser el colegio público el que ha salido en defensa de su alumnado calificando de ejemplar la integración de la población musulmana en su comunidad educativa, de 300 alumnos y mínimo porcentaje inmigrante”.

“Los moros vienen a cobrar ayudas”

Esta no ha sido la única en los últimos días, puesto que, a raíz de la llegada de migrantes a León, Gallardo instó a la ministra de Juventud, Sira Rego, a que “los aloje en su casa” y este mismo jueves se despachaba en Twitter contra el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, que le recordaba la emigración española del pasado siglo tras su referencia a la islamización de Palencia.

“Los emigrantes españoles iban con contrato de trabajo, voluntad de integración y esperanza de regreso a su patria. Los moros vienen, en demasiadas ocasiones, a cobrar ayudas sociales, queriendo imponer sus costumbres y sin voluntad de regresar a sus países. No es lo mismo”, ha escrito en Twitter hoy mismo Gallardo.

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