Los ciudadanos de Extremadura están llamados a votar el próximo 21 de diciembre para elegir a su nuevo presidente autonómico y renovar la Asamblea de Extremadura. La cita electoral llega tras un adelanto decidido por la presidenta de la Junta, María Guardiola, que anunció la convocatoria el pasado 27 de octubre ante la imposibilidad de sacar adelante los presupuestos.
Un escenario abierto con cuatro aspirantes claros
La contienda del 21D tendrá como protagonistas a los partidos con mayor representación en la región. Partido Popular y PSOE vuelven a situarse como las dos fuerzas principales, pero compartirán espacio con Vox y Unidas por Extremadura, que concurren con candidatos propios a la Presidencia de la Junta.
Junto a ellos, otras formaciones políticas completan la oferta electoral. Aunque no parten como opciones para lograr representación, su presencia puede resultar relevante en el reparto final de escaños.
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María Guardiola busca la reelección con el PP
María Guardiola Martín tiene 47 años. Nació en Cáceres el 5 de diciembre de 1978. Es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Extremadura y funcionaria de carrera de la Junta. Está casada con un ejecutivo de cuentas de un banco y es madre de dos hijos adolescentes.
Su trayectoria política la inció como concejala en el Ayuntamiento de Cáceres en 2015, administración en la que se mantuvo hasta 2022. En julio de ese año, se convirtió en la primera mujer en presidir el Partido Popular en esa comunidad autónoma. En las autonómicas de 2023 logró los mismos escaños que el partido socialista, entonces en el gobierno, 28, y, pese a haber afirmado que no pactaría con la ultraderecha, llegó al Ejecutivo tras alcanzar un acuerdo con VOX.
De cara a la cita del próximo domingo, parte como favorita, según las encuestas, aunque todo apunta a que volverá a precisar el apoyo de los de Óscar Fernández. Su campaña defiende la continuidad de la transformación de Extremadura iniciada en esta legislatura y su apuesta por el medio rural, la cohesión territorial y los servicios públicos, si bien ha recibido fuertes críticas en estos dos últimos años y medio en relación a estas cuestiones.
Miguel Ángel Gallardo (PSOE)
Casi cuatro años mayor que Guardiola, es el candidato socialista, Miguel Ángel Gallardo Miranda, nacido en Villanueva de la Serena (Badajoz) el 8 de junio de 1974, municpio del que fue alcalde durante más de dos décadaaçs. Gallardo es diplomado en Educación Social por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y presidió varios años la Diputación Provincial de Badajoz. También está casado y es padre de dos hijos.
Su candidatura no ha estado exenta de polémica, pues, junto al hermano del presidente del Gobierno está acusado de un presunto delito de tráfico de influencias y prevaricación administrativa por la supuesta contratación irregular de David Sánchez Castejón. Gallardo, no obstante, siempre ha defendido su inocencia.
Aunque las encuestas vaticinan una pérdida de apoyos que de varios escaños, el candidato del PSOE está decidido a dar la batalla para frenar los retrocesos a los que, apunta, ha llevado a Extremadura el Ejecutivo de María Guardiola. Apuesta por la regeneración institucional, la recuperación del protagonismo de la política pública en los servicios sociales, la sanidad y el empleo, y por la Extremadura rural.
Óscar Fernández Calle (Vox)
El cabeza de lista de Vox para las elecciones del próximo 21 de diciembre es Óscar Arturo Fernández Calle, un cacereño diplomado en Enfermería por la Universidad de Extremadura y con un máster en marketing, que antes de aterrizar en política trabajó como directivo regional para una empresa farmacéutica multinacional.
Fernández, que está casado y tiene dos hijos, asumió la presidencia provincial de Vox en Cáceres en 2019 y desde entonces su discurso ha estado centrado en las críticas al “bipartidismo” tradicional (PP-PSOE), a quienes responsabiliza de un modelo político que, a su juicio, conduce al empobrecimiento progresivo del país; y en reclamar un giro hacia el liberalismo social conservador.
Vox busca capitalizar el descontento con los partidos mayoritarios, por lo que buena parte de su programa electoral se centra en subrayar los problemas actuales y responsabilizar de los mismos a las políticas verdes, la inmigración y el gasto público.
De cara al próximo domingo aspira a mejorar su representación en la Asamblea y a convertirse en una opción de gobierno o de pacto, y las encuestas le auguran buenos resultados. Algunos sondeos apuntan, incluso, a que podría doblar el número de escaños con los que cuenta en la actualidad.
Irene de Miguel lidera Unidas por Extremadura
La cabeza de lista de la coalición Podemos-IU-Alianza Verde, Irene de Miguel Pérez, es la única que no ha nacido en Extremadura. Esta ingeniera agrónoma por la Universidad Politécnica de Madridl, vino al mundo en la capital el 9 de mayo de 1981. Sin embargo, desde 2011 reside en la comarca cacereña de Las Villuercas, donde fundó un vivero hortofrutícola centrado en cultivos sostenibles. A partir de ese momento se vinculó al mundo rural y medioambiental.
De Miguel entró en la Asamblea de Extremadura en 2015 como diputada por la provincia de Badajoz y cinco años después, en junio de 2020 fue elegida coordinadora regional de su formación en esta comunidad autónoma con un respaldo abrumador de aproximadamente el 95 %.
Su discurso pone en el centro la defensa del mundo rural, la sostenibilidad, la agricultura ecológica, la protección del medio ambiente y los servicios públicos. Critica las políticas de recortes y apuesta por una “Extremadura real”, con oportunidades para el medio rural, los jóvenes y las familias.
La coalición que representa —Unidas por Extremadura— busca capitalizar el descontento con los partidos tradicionales y proponer una alternativa progresista desde el ámbito social, ecológico y rural. Su reto es superar la barrera del voto útil y consolidar un bloque de izquierda coherente frente al PP/Vox y al PSOE
Cómo se elige al presidente de la Junta
La Asamblea de Extremadura se elige mediante un sistema proporcional con listas cerradas en dos circunscripciones. Badajoz reparte 36 escaños y Cáceres, 29, que se asignan según el método D’Hondt, en función de los votos obtenidos en cada provincia.
El presidente de la Junta no sale de manera directa de las urnas. Una vez constituida la Asamblea, es investido el candidato que logra mayoría absoluta, situada en 33 diputados, o el que obtenga más apoyos que rechazos en una segunda votación parlamentaria.