Cada día que pasa tengo más dudas de que el Presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, quiera realmente acabar con el virus. Ni aumenta sanitarios, ni contrata rastreadores, estamos a la cola de España en PCR, abandona la Atención Primaria y deja colapsar los hospitales.

De hecho, el presupuesto para sanidad se va a reducir considerablemente en 2021, cuando no sabemos aún cuándo acabará esta pandemia. En 2020 el Presupuesto del Servicio Andaluz de Salud era de 11.488 millones de euros, pero en 2021 será de 10.729 millones, esto supone un recorte de 759 millones. ¿759 millones menos en plena pandemia? ¿Y así quiere acabar con el virus?

Y luego está su nefasta y penosa gestión con las vacunas. Faltan calificativos: Tristeza, desolación y rabia al ver la parsimonia de Moreno Bonilla con el Plan de Vacunación. ¿A qué espera Moreno Bonilla para poner todas las vacunas? Pasan los días y él parece no tener el más mínimo interés.

Eso sí, quiere abrir todo ya. Primero fue salvar la Navidad, después era fundamental salvar Sierra Nevada y la caza; y ahora Moreno Bonilla y Marín quieren salvar la Semana Santa. ¿Y la salud de los andaluces? ¡Eso no les preocupa!

Seguimos sin saber a qué juega el Presidente de la Junta de Andalucía. Primero tiró miles y miles de vacunas a la basura por no comprar las jeringuillas adecuadas, después conocimos que Andalucía estaba a la cola de la vacunación en España. Hay 72.000 vacunas en el congelador. Vacunas que ha mandado el Gobierno de Pedro Sanchez, pero que siguen sin poner.

72.000 andaluces sin vacunar es un escándalo. ¿Para qué estarán guardando las vacunas?

 Y luego está le denuncia que no se aclaró de que se distribuían vacunas en fase de descongelación, perdiendo efectividad. ¡Un desastre total!

Y ahora Moreno Bonilla pretende hacerlo aún peor con el invento de los vacunódromos. Llamar a todo el mundo a vacunarse a grandes espacios, llevando allí a mayores de 80 años desde sus pueblos de origen a ponerse la vacuna.

Esto es una barbaridad por muchas razones. La primera porque los médicos de familia y de preventiva han dejado muy claro que campos de fútbol, palacios de deportes, catedrales y museos no son los lugares adecuados para vacunaciones masivas, que deberían llevarse a cabo en los servicios de Medicina Preventiva de los hospitales y en los centros de Atención Primaria.

Los médicos sostienen que la Atención Primaria tiene "la experiencia necesaria" para realizar vacunaciones masivas por ser los responsables del resto de campañas, "tomando como referencia la vacunación anual de la gripe".

Por otro lado, ¿cómo puede explicarse que mayores de 80 deban desplazarse 30 y hasta 40 kilómetros desde sus pueblos, para llegar al vacunódromo cuando en sus pueblos existen centros de salud y no habría problema para hacerlo? ¿Y cómo llegan estas personas mayores hasta allí? Alcaldes socialistas están poniendo a disposición transporte para hacerlo, asumiendo una competencia que es de la Junta de Andalucía. Nadie entiende que Moreno Bonilla esté dificultando la vacunación.

Si además de estas multitudes suponen un riesgo para la salud, ¿por qué ese empeño en estos grandes espacios? La respuesta es fácil. Porque lo que quiere Moreno Bonilla es hacer la foto de mucha gente vacunándose de cara al autobombo.

Moreno Bonilla antepone la propaganda a la salud de los andaluces y andaluzas, como antepone el negocio de la sanidad privada a una buena sanidad pública. Urge vacunar con la mayor celeridad a la gente. Necesitamos acabar de una vez por todas con este maldito virus. Y si esto no lo entiende el presidente de la Junta de Andalucía, lo mismo debería plantearse irse a su casa.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Senador del PSOE por Málaga