Es una de las grandes revelaciones del 28 de mayo. María Guardiola, presidenta del PP de Extremadura busca formar gobierno tras quedar segunda en las elecciones autonómicas sin Vox. Enemiga de la formación de Abascal por su moderación necesita los votos de Vox o una abstención del PSOE para lograr ser investida. Sin embargo, la vuelta de Vara a la política le ha puesto piedras en el camino en su carrera a la Junta.

Con un discurso claro y un programa enfocado en propuestas concretas como llevar el AVE a Extremadura, en la mujer, la conciliación, las guarderías o las rebajas fiscales a las autónomas, la candidata popular ha realizado una campaña pegada a la calle recorriendo los lugares más remotos de la región. El resultado salió redondo: 68.000 votos más que en las elecciones de 2019 dejando a Vara sin absoluta y con posibilidad de formar gobierno. Ha pasado de ser una desconocida a ser la previsible próxima presidenta de Extremadura. De hecho, hace poco más de un año, cuando llegó a lo más alto del PP extremeño ni siquiera el presidente en funciones Fernández Vara nombraba su nombre. El líder del PSOE extremeño la mencionaba como “esa mujer de la oposición” o “la candidata del otro partido”. En Vox directamente hablaban de ella como la "roja peligrosa" por su perfil moderado.

Ahora su futuro es incierto. Guardiola espera ahora contar con los cinco diputados de Vox, al menos a cambio de nada. Una situación que Vox no puede aceptar porque es uno de los perfiles del PP que menos gustan en la ultraderecha. De hecho es de las pocas en el PP que hablan abiertamente de las diferencias con Vox y que confrontan el discurso racista, machista y homófobo de la ultraderecha. “Las cosas se llaman por su nombre y existe aquí y desgraciadamente en otros lugares de España. Es una lacra con la que tenemos que luchar”, decía sobre la violencia de género enumerando las cuatro grandes diferencias entre su proyecto y el de Vox. Como segundo punto, mencionaba hace unas semanas en una entrevista en TVE estaba el colectivo LGTBI. “Mi Gobierno será un Gobierno respetuoso que no cuestiona a quién se ama y cómo se ama”. El aborto, a diferencia de su compañera Isabel Díaz Ayuso también era una bandera para ella: “En los derechos conseguidos por las mujeres no se va a retroceder ni un milímetro. La política no está para irrumpir en la vida de las mujeres, sino para lo contrario, acompañarlas y protegerlas”. Como cuarto punto mencionaba la inmigración: “No podemos criminalizar a la inmigración en un país y en una región que no seríamos lo que somos si no fuera por ella”.

Vox no tardó en reaccionar y marcar perfil propio con Iván Espinosa de los Monteros ironizando sobre la entonces candidata: “Prueba de agudeza política: ¿de qué partido es esta candidata a presidir la Junta de Extremadura?”, mencionaba en redes sociales adjuntando el vídeo.

Un gobierno sin Vox con un Feijóo esclavo de sus palabras

Ahora el objetivo de Guardiola es formar gobierno. El lunes su camino estaba despejado. Vara anunciaba que dejaba la política y que volvía a la medicina forense. Sin embargo, el martes el del PSOE se retractaba y anunciaba que, como lista más votada no iba a renunciar a intentar formar gobierno. El adelanto de las elecciones generales, y la promesa de Feijóo de dejar gobernar a la lista más votada va a hacer que Vara intente presentarse a una investidura condenada al fracaso dado que el PP jamás la apoyará y con Guardiola obligada a modificar su discurso de moderada y tener que llegar a acuerdos con Vox.

Su objetivo es que Vox no entre en el Ejecutivo extremeño y ha pedido al PSOE que se abstenga “con altura de miras, generosidad y madurez política”. Por ello, este miércoles ha pedido a Vara que asuma "la derrota" y ha deslizado que en ningún caso va a seguir la directriz de Feijóo de que gobierne la lista más votada. "El PSOE ha sufrido un descalabro que se merece, han abusado de una mayoría absoluta (...) Extremadura ha pedido cambio", decía en una comparecencia este miércoles. Por ello, Guardiola lamentaba que Fernández Vara "haya escogido este camino", el de la abstención, "y no el que ha elegido, por ejemplo, Revilla", que va a facilitar un gobierno del PP a cambio de que Vox no forme parte del Ejecutivo cántabro.

En este sentido, la dirigente popular ha deslizado que el presidente nacional de su partido, con el que coincidió este martes en Génova, le ha dado libertad para negociar con Vox y llegar a los acuerdos que crea oportuno para ser presidenta: "No he recibido ninguna instrucción y tengo libertad" para "escuchar a todos los partidos, aunque aclaró que este proceso "aún no he comenzado".

Guardiola subrayó este martes que primero tenía previsto reunirse con el candidato del PSOE según el orden de los resultados y seguidamente con la formación de Abascal "durante esta semana". "No tienen programa propio en Extremadura, solo nacional, así que me tengan que explicar qué quieren de mí", decía de Vox que su proyecto para extremadura "está publicado y es transparente".