Continúa la polémica en Madrid por el atropello de una niña, que resultó gravemente herida, por el coche del director de la Policía Municipal, Pablo Enrique Rodríguez, el pasado 28 de abril en el número 30 del Paseo de Extremadura, coincidiendo además con las primeras horas del apagón. El Cuerpo local ha emitido un informe detallado en el que no sólo exculpan al conductor del máximo responsable policial, sino que además cargan toda la responsabilidad sobre la madre de la menor al subrayar que fue la mujer la que tiró de su hija provocando su caída. En el documento, según publica el diario El Mundo, se refleja que los testigos descartan que hubiese un atropello, lo que contrasta con las voces de otros presentes que precisaron que el vehículo circulaba a gran velocidad.
El informe policial ha saltado a los titulares de la prensa local y generalista después de que el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida (PP), pusiera en tela de juicio la continuidad de Rodríguez al frente del cuerpo municipal por no comunicar el incidente. El Parte Estadístico de Accidentes (PEA), que se abrió un día después del suceso, refleja que el conductor del vehículo implicado – un coche camuflado de la Policía Municipal -circulaba con los distintivos luminosos activados y con la prudencia pertinente, acorde al corte de suministro eléctrico que apagó también los semáforos.
La Policía de Almeida refleja en su informe que el conductor observó cómo la menor caía al suelo una vez rebasó el paso de cebra. La madre de la niña, según la mencionada narrativa, explicó que cruzaba con ella desde los números impares hacia los pares cuando el coche policial, al pasar por el paso de peatones, “impactó con su parte trasera en la rodilla de la menor”, provocando su caída. No obstante, según testigos oculares que recoge el texto, indicaron que el coche del director del cuerpo circulaba a una velocidad adecuada, además de señalar que fue la mujer la que tiró del brazo de su hija y que, a la postre, propició que se diera de bruces contra el suelo. Este relato, por tanto, descartaría la versión inicial del atropello, aunque no están capacitados para asegurar si la parte trasera del coche rozó o no a la joven.
Declaraciones contrapuestas y sin test de alcoholemia
Desde la Policía Municipal se precisó que el coche del director no tuvo ningún golpe en la parte frontal, subrayando que el conductor de Enrique Rodríguez vio por el retrovisor cómo la niña se caía. De este modo, quedaría corroborada la versión de los dos testigos oculares mencionados con anterioridad. Sin embargo, ésta, a su vez, contrasta con el relato de los hechos que esbozaron otros presentes en el incidente. De hecho, otras personas llegaron a encararse con el conductor del vehículo y le reprocharon el exceso de velocidad al que circulaba
Aun con todo, y pese a ser una práctica habitual, al conductor del vehículo no se le practicó la prueba de alcoholemia porque el coche camuflado no disponía de etilómetro. Además, tampoco se solicitó un indicativo en este sentido acorde al relato de la Policía, dado que no se apreciaban síntomas de embriaguez en el agente y la situación prioritaria generada por el apagón precisaba de otros requerimientos.
En este sentido, desde el Cuerpo apuntan a que en esa jornada se registraron 23 accidentes con heridos leves, siendo sólo cinco en los que se realizaron controles de alcoholemia por causas idénticas. Asimismo, el sindicato APMU asegura que los vehículos camuflados del cuerpo no llevan dispositivos para realizar los test, señalando que tan sólo una patrulla por distrito dispone de ellos. Así las cosas, entienden que al conductor en cuestión no se le hiciese.
La oposición no da crédito
El incidente ha puesto patas arriba al Ayuntamiento, con los grupos de la oposición clamando contra el director y poniendo en cuestión la versión de la policía. “Alguien terminará diciendo que fue la niña la que embistió al vehículo”, señaló el concejal de Seguridad del PSOE-M en el Consistorio, Enrique Rico, al conocer el atestado de la Policía que apuntaba a que la caída de la menor provocó el accidente. “Los hechos objetivos son: incumplimiento de normativa, no se hizo control de alcoholemia, opacidad, versiones contradictorias, justificaciones inverosímiles…”, insisten los socialistas, que exigen la necesidad de impulsar una comisión de investigación en la que el “principal interesado” debería ser el propio Ayuntamiento y, por ende, el alcalde.
Más Madrid hila algo más fino en sus conclusiones, apuntando que el atestado policial se limita a “confirmar” que Martínez-Almeida “sólo está ganando tiempo para fabricar una nueva versión que exculpe a su protegido”, sugiriendo la existencia de una “trama de ocultamiento”. Sostienen que se han “retorcido” para intentar salvar de la quema a Pablo Enrique Rodríguez. Por ello, el grupo regionalista ha acudido a la Oficina Contra el Fraude y la Corrupción del Ayuntamiento de Madrid para investigar las posibles “irregularidades”.