El Pleno de Cibeles ha sido epicentro este viernes de un debate político que ha calado hondo en las últimas semanas: el aborto. Después de que la iniciativa de Vox sobre el síndrome post-aborto saliera adelante gracias al apoyo del Partido Popular hace casi un mes atrás, y ante el escándalo generado e imprevisto, José Luis Martínez-Almeida, finalmente, ha dado marcha atrás en su defensa para reconocer que dicho acuerdo “no se va a ejecutar” bajo su mando. Si bien no se va a llevar a término, el dirigente popular no lo ha anulado.

 Pese a la defensa que ha mantenido en las últimas semanas, finalmente, y ante la presión política de la oposición y social secundadas por la manifestación de este jueves en la Puerta del Sol, el principal mandatario del Ayuntamiento de Madrid ha reconocido este viernes en el Pleno extraordinario convocado a petición de la izquierda de Más Madrid y PSOE que cometió un error al apoyar la propuesta de la ultraderecha, capitaneada por Javier Ortega Smith en la capital, y por la que se obligaba a informar a las embarazadas de un presunto síndrome post-aborto que no tiene base científica alguna.

En estos términos, y contra todo pronóstico en un primer momento, Almeida ha dejado en claro su paso hacia atrás justificando que el voto en positivo de su partido el pasado 30 de septiembre “no consiguió la finalidad pretendida, que era única y exclusivamente que las mujeres pudieran disponer de información en libertad para decidir sobre una cuestión como abortar o seguir adelante con su embarazo”: “Es obvio que nos equivocamos, a mí me duele profundamente”, ha lamentado ante los distintos grupos de la Cámara municipal.

Almeida ha entonado en consecuencia un discurso alejado de la ultraderecha por el que ha abogado que debería ser de “objetivo común” buscar que las mujeres puedan decidir en libertad, “alejadas del paternalismo que ejerce Vox” y reiterando que el voto del PP sobre la iniciativa generó “confusión”. No obstante, ha eludido posicionarse de un lado u de otro en torno a esta cuestión de calado: “Ni con ustedes (PSOE y Más Madrid) ni con ustedes (Vox), con las mujeres”, ha matizado durante la sesión.

En cuanto a la responsabilidad que tiene el Gobierno de Cibeles sobre esta materia, Almeida ha ahondado en que un informe de los servicios jurídicos señala que tienen “la capacidad de proporcionar información libre, sin carácter obligatorio”, tarea que garantiza que realizará su equipo. A consecuencia, cabe remarcar que la Ley de salud sexual y reproductiva nacional, es decir, del Gobierno central, reza que cualquier información sobre el aborto debe ser voluntaria y solicitada por la mujer.

El PP de Almeida tumba las dos propuestas de la oposición

Debido a que el pacto no ha quedado anulado pese a que el PP ha terminado reculando en su apoyo, los grupos de la oposición han estirado el reproche al Ejecutivo de Almeida por esta decisión. Durante el trascurso del Pleno extraordinario, PSOE y Más Madrid presentaron dos propuestas que han terminado decayendo ante el voto mayoritario de los de Almeida.

En la primera de ellas, reclamaban no ejecutar el acuerdo plenario que obliga a difundir información del síndrome no científico en los centros de Madrid Salud, Espacios de Igualdad, Samur Social y los trabajadores sociales del Consistorio. En la segunda, por consiguiente, pedían revisar de oficio el propio pacto por posible nulidad de pleno derecho. Ante ambas propuestas, Almeida lo ha rechazado calificando de “carencias intelectuales” las peticiones de la izquierda.

En el turno de la oposición en el Pleno extraordinario, en el caso de la socialista Reyes Maroto ha afeado al PP de Almeida que “no hay resolución que tape el vergonzoso acuerdo” con Vox. Ha señalado así que, de no anularse el mencionado pacto, la derecha estaría “traicionando a las mujeres, a su dignidad, pero, sobre todo, su libertad” y acusándole de utilizarlas “como rehenes de sus juegos políticos con la ultraderecha y el populismo anticiencia”.

“El movimiento feminista, ese del que se ríe habitualmente, es imparable cuando se organiza. Está poniendo en jaque al presidente de Andalucía”, ha ejemplificado en alusión a la crisis de los cribados del cáncer de mama. “Las mujeres madrileñas esto no lo olvidarán”, ha reiterado.


Por consiguiente, el portavoz de Más Madrid, Eduardo Rubiño, no sólo se ha focalizado en la ciudad de Madrid, sino que ha extrapolado el debate del aborto en el conjunto de la Comunidad, reiterando en estos términos que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, dijo, en la Asamblea: “Váyanse a abortar a otro lado. (…) Cuando se trata de hacer ‘clin, clin’ con su novio en las cajas de las clínicas privadas ahí los principios no son tan importantes”, ha condenado.

En la misma dirección, Rubiño ha dicho respetar la decisión de Almeida de estar en contra del aborto, pero le ha instado a no impedir que lo hagan las mujeres “en su pleno derecho y tal y como dice la ley”: “Usted no está por encima de la ley, ni el PP. Exigimos que cumpla con la ley en Madrid, somos la segunda comunidad en España que menos aborto practica en la sanidad pública en relación con la privada, el 0,5%”, ha cifrado.

Y es que el portavoz de Más Madrid ha continuado situando el foco en la pregunta de a qué se debe “la cruzada” de Almeida con Vox “en contra de los derechos de las mujeres”: “Dicen defender el derecho a la vida, pero se niegan a financiar los programas para prevenir el cáncer de mama, no tuvieron problema en abandonar a 7.291 mayores que no tenían seguro médico privado, justifican un genocidio en el que se han asesinado a más de 20.000 niños bajo las bombas de Israel y defienden a día de hoy a un señor como Mazón que dejó que se murieran 200 personas”, ha enumerado para remarcar su condena a la postura del PP.

 

La voz de la calle

En paralelo al escenario político, cierto es que la voz de la ciudadanía también se ha hecho de escuchar en este último mes con el telón de fondo del debate del aborto. Sin ir más lejos, este jueves a última hora de la tarde tuvo lugar una multitudinaria concentración en la Puerta del Sol, donde decenas de mujeres denunciaron la opacidad y trabas burocráticas en este derecho por parte de Almeida y Ayuso.

Las asistentes denunciaron, por un lado, la negativa del Gobierno de Ayuso a crear un registro de médicos objetores de conciencia, pese a la obligatoriedad de la ley, así como que el aborto sea una prestación gratuita en la sanidad pública -es decir, sin derivaciones a la privada tal y como se practica en la región-. Por otro lado, al Consistorio de Almeida, afearon los repetidos “obstáculos” para ejercer este derecho. “No nos vamos, nos quedamos”, clamaron.

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