Desde que la ciudad de Madrid expresó alto y claro su férreo rechazo al genocidio de Israel sobre Palestina impidiendo que La Vuelta llegara a meta en la capital, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha mostrado su negativa a condenar el asedio israelí e, incluso, a expresar sin disimulo su cercanía con el Gobierno genocida de Benjamin Netanyahu, lo que ha generado la reacción y la denuncia de los partidos en la oposición.
Hace escasos días, después de que el presidente de Radio Televisión Española (RTVE), José Pablo López, confirmara que España no participará en el concurso de Eurovisión si Israel no se retira, la lideresa regional ya dio que hablar con un mensaje que compartió en su cuenta de X (antes Twitter). “Israel llevó a la primera artista trans a ganar Eurovisión. Ha quedado entre el 2º y el 5º puesto en decenas de ocasiones con cantantes gays y cantos por el feminismo. Los artistas o deportistas no pueden pagar por sus gobiernos o la politización. Perdemos todos”, sostuvo.
Declaraciones similares a las que hizo cuando defendió que, como consecuencia de las protestas propalestinas que se habían dado en Madrid con motivo de la etapa final de La Vuelta, Madrid se había convertido en una especie de Sarajevo, haciendo alusión al asedio que sufrió la capital de Bosnia y Herzegovina entre abril de 1992 y febrero de 1996. En una entrevista concedida a EsRadio, Ayuso mostró su preocupación por la imagen que Madrid dio durante La Vuelta: “(Pensarán que) en Madrid se persigue al judío (…) Quiero trasladar mi apoyo a todos los judíos que viven en Madrid (…) O los deportistas que no tienen nada que ver con lo que hace su gobierno, sino por ejemplo Alcaraz no podría ir por el mundo. Si empezáramos a boicotear el deporte, nos llevaría a los peores episodios del siglo XX contra Israel, los judíos y Occidente; y contra el Estado de Derecho”.
Con todo ello, la hemeroteca también está siendo la encargada de retratar a la presidenta autonómica y desenmascarar su cercanía a Israel. Fue en noviembre de 2018 cuando la lideresa madrileña compartió a través de su cuenta de Instagram diferentes imágenes en un viaje que esta misma hizo a Oriente Medio. En una de ellas, donde se muestra un mercado de Jerusalén, la presidenta acompañó la foto por el siguiente mensaje: “Me confieso pro israelí”. De forma similar, en otra de las publicaciones la presidenta muestra un conjunto de imágenes en su visita a los Altos de Golán, zona geoestratégica clave en Oriente Medio e invadida ilegalmente por Israel, así como otra en la ciudad de Al Qunaytirah, al suroeste de Siria, al lado de un tanque militar.
La otra imagen de la vergüenza
Al hilo de todo ello, y de más reciente actualidad, la misma presidenta madrileña protagonizó con motivo de la etapa final de La Vuelta otra de las imágenes que más revuelo han generado. Ayuso fue vista en el coche del director de la Vuelta, Javier Guillén, saludando a varios equipos, entre ellos Israel-Premier Tech, con quienes se tomó varias fotos posando y saludando. La imagen del gesto, mientras el pueblo madrileño protestaba en las calle contra los ataques en Gaza, resultó indignante, tal y como reflejó el politólogo Alan Barroso: "Si cuando tu pueblo protesta contra un genocidio lo único que se te ocurre es ir a apoyar al equipo del país genocida, tienes un problema. Quedará para la historia", sentenció en X.