El lunes 21 de abril comenzará en Madrid una huelga de basuras con carácter indefinido, convocada por CCOO y UGT, a partir de las 23:00h. En ella se solicita el cambio de convenio colectivo a las empresas concesionarias, además de la estabilidad laboral y mejoras en las condiciones salariales. No obstante, el Ayuntamiento de Madrid ha establecido mediante un acuerdo unos servicios mínimos del 50% con el fin de que los ciudadanos no salgan perjudicados. 

El responsable de Saneamiento Urbano de CCOO de Madrid, Pedro Morán, ha asegurado que “las empresas adjudicatarias quieren recortar derechos y no tienen ánimo de negociación”. Morán ha insistido en que el convenio, al que ha calificado de “obsoleto en cuanto a cambios legislativos”, ha caducado hace cuatro meses, y que ahora “hay un bloqueo y retroceso en las negociaciones después de tres meses negociando”. “Muchas personas trabajadoras llevan hasta 15 años encadenando contratos eventuales”, ha añadido.

En respuesta a las preguntas de Somos Madrid, el delegado del área de Medio Ambiente del Gobierno municipal, Borja Carabante, ha confirmado los servicios mínimos y ha eludido de toda culpa al equipo del alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, porque ha afirmado que la confrontación tiene lugar “entre las empresas contratistas y los trabajadores”. Y ha añadido que “la vocación del Ayuntamiento es instigar a que se llegue a un acuerdo para que no haya molestias para los vecinos”.

De esta manera, el decreto que asegura los servicios mínimos también tiene el objetivo de “preservar el derecho de huelga” y garantizar que “no perjudique de manera notable a los ciudadanos”. 

El sindicato mayoritario de esta protesta, Fuentes del Sector Profesional RSU, ha confirmado a elDiario.es su disposición a unos servicios mínimos del 100% en lugares como residencias de ancianos u hospitales. No obstante, rechazaron el 80% en la recogida domiciliaria que le exigía la parte empresarial y a cambio, proponían el 30%. 

Los objetivos de la huelga

Los sindicatos CCOO, UGT y CGT han demandado la creación de una mesa de negociación única para definir un convenio colectivo que incluya a todos los empleados del servicio de recogida de residuos en Madrid. El objetivo es evitar disparidades en las condiciones de trabajo entre los trabajadores de las diferentes empresas encargadas del servicio. No obstante, dos de las tres compañías responsables, FCC y la UTE RM2, han rechazado sumarse a esta mesa de diálogo, lo que los sindicatos interpretan como una falta de disposición para alcanzar un acuerdo justo. Ante este rechazo, los empleados han convocado una huelga indefinida en el servicio de recogida de basuras, como forma de presión para conseguir sus demandas laborales.

La protesta aspira a obligar a las empresas que han sido subcontratadas por el Ayuntamiento madrileño, gestionadas por FCC, Valoriza, Acciona, OHL, Prezero y Urbaser, a mejorar las condiciones laborales de cara a la aprobación de un nuevo convenio, ya que el anterior caducó el pasado 31 de diciembre. Esta parada en la recogida de basuras en la capital española para solventar y mejorar las circunstancias laborales de los trabajadores, la llevarán a cabo alrededor de 1.800 trabajadores. 

Asimismo, desde Sector Profesional RSU, han denunciado al congelación de los salarios en 2025 y 2026 y la limitación de la subida al 1% para el 2027, así como modificación de la retribución de los días festivos y el recorte de complementos como la antigüedad y el premio de puntualidad, que dejaría de percibirse incluso por una sola ausencia justificada. CCOO y UGT, los otros dos sindicatos con mayor peso entre las plantillas, secundan igualmente el paro. 

La no recogida de basura conlleva a la insalubridad de la capital

El Ayuntamiento de Madrid ha sido puesto al tanto de la situación y se espera que tome cartas en el asunto para facilitar un acuerdo entre las partes involucradas. Los sindicatos han manifestado su disposición a dialogar, siempre que las empresas adopten una postura constructiva y respetuosa con los derechos laborales. El levantamiento de la huelga en el servicio de recogida de basuras dependerá de la capacidad de ambas partes para encontrar un consenso que cumpla con las demandas de los trabajadores y las necesidades operativas de las empresas.

El informe sobre la situación ha sido entregado al Ayuntamiento de Madrid, que se espera actúe como mediador en el conflicto. La huelga podría afectar a la limpieza de la ciudad si no se alcanza un acuerdo antes de la fecha límite. Las partes siguen sin llegar a un consenso, y no se prevé una solución en el corto plazo.