Bien es conocido el ocaso de la Oficina del Español, aquel departamento que recayó en manos de Toni Cantó en su salto al Partido Popular madrileño de Isabel Díaz Ayuso, pero, pasados los años, esta área ha quedado en un segundo, hasta tercer plano y, hasta con su cambio de dirección más desapercibido bajo el foco mediático, ha terminado por echar el cierre definitivo.

Con la presentación oficial de los Presupuestos para 2025 del Ejecutivo de la Puerta del Sol, este departamento se quedó sin partida única al verse ya integrado, previamente, en la Dirección General de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, pero, pese a que su último director, Ramiro Villapadierna, dejó el cargo en diciembre de 2023, a efectos prácticos, continuó un año más bajo el mismo, es decir, hasta este mismo mes de diciembre.

Ahora, tal y como se inscribe en el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid, dicho departamento ya se le conoce como Dirección General de Patrimonio Cultural y Oficina del Español, cuyas competencias, antes separadas, convergen en una sola, actualmente bajo el mando de Bartolomé González Jiménez. Éste último asumió el cargo el pasado 5 de diciembre, pero el cese definitivo de Villapadierna no se oficializó hasta el día 10, cuando el propio consejero, Mariano de Paco, erradicó esta inusual duplicidad de directivos.

Pese a la pérdida de peso mediático y de responsabilidad tras la salida de Toni Cantó de la dirección de la Oficina del Español, así como el paso hacia delante de Ramiro Villapadierna en su lugar, éste sí que llegó a cobrar un montante notable por haber ostentado este cargo durante casi dos años: 78.708,94 euros anuales.

Sin embargo, en toda su trayectoria como directivo en esta área, cabe remarcar que fue objeto de un sustancial cambio: desde que asumió el puesto en diciembre de 2022 hasta las mismas fechas de 2023, figuró como ‘Director de Área de la Oficina del Español’, cuando el ente era independiente; mismamente, desde febrero y diciembre de este 2024, cambió a ‘Director de la Oficina del Español’, como departamento ya integrado en la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Díaz Ayuso.

Durante este periodo, y pese al limbo administrativo que supuso este movimiento, lo cierto es que Villapadierna ha tenido cierto peso como directivo en la organización e “interlocución” con distintas instituciones como la Casa de América, la Casa de México, la Universidad Complutense de Madrid (UCM), CEU San Pablo o la Sociedad Cervantina con motivo del impulso de sendas actividades culturales en nombre de la Oficina del Español. Ejemplo de ello, las jornadas que tuvieron lugar en la programación de la Hispanidad 2024.

El ocaso del ‘chiringuito’ de Toni Cantó

Ahora, bajo el mando de González Jiménez, las competencias convergen en el mismo departamento, aunque la polémica que suscitó su creación por parte de Ayuso, quien colocó al mando a Toni Cantó, ex de Ciudadanos, en su salto al PP regional al no haber podido entrar en las listas electorales de 2021, continúa siendo motivo de reproches por parte de la oposición al Ejecutivo madrileño, las cuales ya en su día vinieron de la mano de llamar a dicho departamento “chiringuito”.

La Oficina del Español siempre estuvo bajo la lupa mediática y política de la capital, debido al trato de favor que dio la presidenta madrileña al exactor con esta dirección, la cual nació, según defendió entonces el Ejecutivo de Sol, con un origen de impulso “cultural, económico, educativo y turístico” que venía a promocionar e impulsar aún más el español con sede en Madrid.

El mandato de Toni Cantó, después de 14 meses al frente, haber celebrado hasta 240 actos y firmado hasta cinco convenios, concluyó en septiembre de 2022 bajo el argumento de que éste pretendía buscar “nuevos retos profesionales”, los cuales, posteriormente, pasaron por desplazarse a tener un programa propio en el ya extinto canal de televisión 7NN.

Pasado el tiempo, con la elaboración de las cuentas públicas de Díaz Ayuso, los partidos de la oposición vinieron preguntándose qué destino tendría la Oficina del Español en esta nueva etapa política regional. Así las cosas, aunque no llegó a ningún termino al verse aprobados los Presupuestos, Más Madrid, por su parte, llegó a proponer no sólo su eliminación, sino su transformación hacia una Oficina de Diversidad Lingüística en aras de promover “la enseñanza, estudio, inclusión y preservación” de todas las “identidades culturales, lenguas, acentos y dialectos” que cohabitan al unísono en Madrid.

Sin embargo, el resultado es conocido. La convergencia de distintas áreas ha quedado sumergida en la Dirección General de Patrimonio Cultural y, con la confirmación de la salida del que fuera coordinador de la cátedra de Mario Vargas Llosa, Ramiro Villapadierna, la trayectoria de la Oficina del Español como un ente independiente dentro del Ejecutivo madrileño ha cerrado el candado.