Los vecinos del barrio madrileño de Vallecas se han puesto en pie de guerra para denunciar una situación que ha aumentado las tensiones entre el vecindario y los agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional (GAC) y exigir la suspensión de uno de los policías.
Esta petición se produce después de que, según denuncian los vecinos, se produjera una agresión hacia uno de ellos por parte de un agente. Los hechos se produjeron cuando un grupo de seis policías estaban celebrando una fiesta en el domicilio de uno de ellos hasta altas horas de la madrugada.
Ante el elevado ruido que generaba la fiesta, un vecino del edificio fue al piso correspondiente a llamar la atención y pedir que bajasen el volumen. Fue en ese momento cuando uno de los agentes agredió al vecino, siendo detenido posteriormente por otra patrulla de la Policía Nacional.
Por ello, los vecinos piden ahora la suspensión de servicio del agente hasta que haya una resolución judicial y que se aparte del servicio de calle a los seis agentes que participaban en la fiesta. En este mismo orden de cosas, los vecinos añaden que desde que se produjo el cambio de los mandos de la jefatura superior de Madrid, se está dando paralelamente un incremento de agresiones de la policía a los ciudadanos.
Asimismo, alegan que los agentes de la Policía Nacional se sienten "avergonzados" del compartamiento de estos policías y no se sienten representados por ellos. Sobre esto último, añaden que el detenido se encontraba "de cachondeo" cuando pasó a los bancos de los calabozos de la comisaría de Villa de Vallecas, y no fue ingresado en ellos finalmente por "un gesto con un compañero".
Al hilo de todo lo anterior, cabe destacar que los policías que se encontraban también en la vivienda cuando se produjo la agresión podrían incurrir en un delito de omisión de perseguir delitos por no haber actuado en la agresión.