El Pleno del distrito de Chamartín (Madrid) se ha negado a condenar el genocidio en Gaza en lo que supone una prueba más de la postura que el Partido Popular (PP) está adoptando respecto de la masacre en la Franja.
El debate se ha llevado a cabo el mismo día en el que Israel ha secuestrado otra flotilla que se dirigía a Palestina para romper el bloqueo que este segundo país está perpetrando, en la que viaja Jimena González, diputada de Más Madrid en la Asamblea de la comunidad liderada por Isabel Díaz Ayuso, seguramente la figura política que más claramente se ha posicionado a favor del territorio de Benjamín Netanyahu.
El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, tampoco se queda atrás en cuanto a su negativa del genocidio, término que en todo momento se ha negado a pronunciar, si quiera algo similar, si bien no es tan duro como su homóloga en la Puerta del Sol.
Así, este miércoles, PP y Vox se han posicionado en contra de la urgencia, mientras que los votos a favor han provenido de Más Madrid y PSOE. Pero con la alianza entre derecha y ultraderecha ha decaído la urgencia y no se permite ni siquiera el debate.
La 'trampa' de la concejala presidenta de Chamartín
En el ejemplo que concierne, el PP del distrito mencionado, el mismo además en el que se ubican las sedes de las embajadas de Israel y de Palestina, ha vuelto a negar el genocidio de manera formal, algo que era esperable, aunque en este caso la controversia es mayor porque aquí los populares “jugaron sucio” no hace mucho con un tema especialmente delicado: el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de la banda terrorista ETA.
Más Madrid, quien llevaba ahora la propuesta internacional al pleno, recuerda aquel episodio a ElPlural.com, que corrió a manos de la concejala presidenta de los conservadores en el distrito, Yolanda Estrada. Fue en julio de este año cuando la responsable del partido de la derecha registraba una declaración institucional para condenar las víctimas de los atentados de la banda armada en el 30 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Hasta ahí, todo bien sin entrar a valorar el uso partidista que hace el PP cada vez que tiene ocasión. El problema vino después, y es que presentó la propuesta fuera de plazo, según indican las fuentes que exponen a este periódico lo ocurrido. “Al ser fuera de plazo, le dijimos que no podía ir a pleno, por lo que la presentó como moción de urgencia”, rememoran. Finalmente, el Ejecutivo municipal vendió a la opinión pública que los de Rita Maestre se negaban a sumarse a este homenaje, que requería de unanimidad.
En el caso que compete, Más Madrid presentaba también una propuesta de declaración institucional que los populares han inadmitido y la transformaba en moción de urgencia, con el mismo resultado. La justificación para la inadmisión pasa porque el tema palestino no obedece solo a interés distrital y que afecta a un ámbito superior al tratarse de una cuestión geopolítica internacional. “Es cuanto menos llamativo”, inciden desde la parte progresista.
"Yolanda Estrada nos tiene acostumbradas a exhibiciones de hooliganismo y a usar el pleno del distrito como un cortijo del PP. Pero es lamentable que imponga su mordaza a Más Madrid en un tema tan clave y sensible como la condena al genocidio en Gaza, que es un clamor en la calle que no entiende de colores políticos. Y este distrito, que alberga las sedes de las embajadas de Palestina y de Israel, puede y debe mandar un mensaje claro. Hurtar a los vecinos y vecinas de este debate de sus representantes es una cacicada", condena al respecto la concejala de la formación progresista Mar Barberán.
Segunda flotilla detenida
Si el pasado lunes llegaban a Madrid los voluntarios de la primera flotilla secuestrada por Israel, ahora el país de Netanyahu ha vuelto a saltarse la legalidad internacional capturando a una segunda en la que viajaba la parlamentaria del partido que lidera Manuela Bergerot en la Asamblea, Jimena González. Tras confirmar los hechos, se convocaba una nueva manifestación en repulsa la tarde de este miércoles a las 19:00 horas.
Esta vez se trata de la Flotilla de la Libertad-Thousand Madleens, compuesta por nueve barcos y 140 tripulantes que llevan, al igual que sus compañeros, ayuda humanitaria y comida. El conjunto de las embarcaciones, a través de un comunicado común, promovía que “el Ejército israelí no tiene jurisdicción legal en aguas internacionales”. “Nuestra flotilla no presenta ninguna amenaza. Cargamos ayuda vital con un valor de más de 110.000 dólares de medicinas, material respiratorio y suplementos nutricionales destinados a los hospitales de Gaza”, rezaban.
Almeida desprestigia (también) a los voluntarios
El alcalde de Cibeles ya desprestigiaba hace unos días a la flotilla, antes incluso de ser interceptada por Israel. El regidor municipal dijo que se trataba de la “excursión de Ada Colau” en sintonía con lo pronunciaban Ayuso y su equipo cuando hablaron de “turismo bélico” o dijeron que la diputada de Más Madrid estaba “haciendo el indio”.
Esta misma semana, la presidenta de Madrid mantenía seguía la senda y reaccionaba contra la embarcación, elevando incluso el tono contra la misma: “Hemos sabido que dos miembros de ETA iban en la Flotilla. No parece que sea la Flotilla de la paz porque estaban siendo condenados por pertenencia a banda terrorista y no de ellos por intento de asesinato”, culminó.
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