La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está decidida a torpedear el ejercicio libre de la interrupción voluntaria del embarazo de las madrileñas. Miles de ciudadanas con derecho a abortar en la sanidad pública que se encuentran con trabas para el acceso, derivaciones a la privada y desgaste psicológico. Todo ello coordinado desde la Puerta de Sol, para favor de las clínicas privadas y disfrute de la caverna antiabortista. Una de las maniobras ha quedado expuesta y al Gobierno autonómico no le ha quedado por más que retroceder.

Las mujeres que quieren interrumpir voluntariamente su embarazo están obligadas a desplazarse personalmente a una ventilla situada en el centro de la capital, la única en toda la autonomía, en un horario exclusivo de 9:00 horas a 14:00 horas y los días laborables. Una vez allí, superando la primera trababa para las mujeres trabajadoras que supone la localización y el horario, las ciudadanas reciben la factura del coste de la intervención, en la que, hasta ahora, se detallaba el precio pormenorizado de todos y cada uno los servicios y medicamentos requeridos.

Sabían que lo que estaban haciendo era ilegal

Una anomalía, dado que el aborto era el único de los servicios habitualmente derivados a la privada, de los muchos que sufren esta situación, por el que la Comunidad de Madrid entregaba un documento oficial con el coste de los servicios. Esta factura, a la que tuvo acceso ElPlural.com, tenía que ser entregada obligatoriamente en la clínica privada a la hora de acudir. Todo sigue igual y las dificultades para que las mujeres puedan ejercer su derecho son múltiples, pero, tras la denuncia, ya no aparecen en los justificantes los precios, tal y como ha podido comprobar este periódico en las nuevas cartas. 

El Servicio Madrileño de Salud y la consejera del ramo, Fátima Matute, no se han devanado la cabeza para rectificar y no se han prodigado en reconocer su error. Literalmente, han fusilado esa parte y la han dejado completamente el blanco, con el espacio que antes incluía la tabla de precios incluido. El mismo folio, con el rastro de la vergüenza que antes aparecía ocupando la mayor parte del espacio, y el mismo proceder que obliga a las mujeres a pasar un calvario para ejercer un derecho salvaguardado por el Tribunal Constitucional.

 

La letra escarlata

La revelación de la inclusión de la lista de precios en las cartas de derivación de abortos a las clínicas privadas se produjo hace varias semanas por el grupo municipal socialista, generando un gran revuelo. “Denunciamos en el Pleno del Ayuntamiento algo gravísimo: la Comunidad de Madrid estaba entregando a las mujeres que iban a interrumpir su embarazo una carta de pago con el coste detallado del procedimiento. Un documento completamente injustificado, pensado única y exclusivamente para señalar y estigmatizar a las mujeres por ejercer un derecho”, expone la líder del PSOE en la capital.

“Era inadmisible entonces y lo sigue siendo hoy”, ahonda Reyes Maroto en declaraciones dadas a ElPlural.com. Por aquel entonces, los socialistas ya denunciaron este proceder como el grabado de una “letra escarlata” sobre las mujeres que quieren abortar en Madrid. “Esa carta era una letra escarlata, un intento de marcar y avergonzar a las mujeres. Frente a eso, estaremos siempre. Defenderemos una y mil veces que las mujeres no tienen que pedir permiso ni disculpas para decidir sobre su propio cuerpo”, traslada la mandataria del PSOE.

Y, lo peor de todo, es que lo hacía a sabiendas. “Ahora Ayuso rectifica y ya no entregan la carta con el precio del aborto, solo un papel para presentar en la clínica. Pero esta rectificación llega tarde y solo demuestra una cosa: sabían que lo que estaban haciendo era ilegal”, denuncia Maroto. “Sabían que estaban vulnerando derechos y aun así siguieron adelante hasta que desde la oposición lo señalamos con claridad. Si no hubiéramos levantado la voz, si no hubiéramos expuesto esta práctica, Ayuso seguiría utilizando a las mujeres como blanco de su moralina”, lamenta.

En consecuencia, desde el PSOE de Madrid exigen a la presidenta autonómica que deje de convertir “sus decisiones personales en un espectáculo público”, después de las excusas que ha ido poniendo para justificar su postura antiabortista. “Exigimos a la señora Ayuso que deje de instrumentalizar instituciones públicas para imponer su ideología y vuelva al marco de la legalidad y del respeto. Madrid no se merece un gobierno que señale; se merece un gobierno que proteja derechos”, zanja Maroto la reacción expresada a este periódico.

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