El pasado mes de agosto se conocían nuevos datos que estrechan el cerco a las autoridades competentes en materia de vivienda, pero, especialmente, a la Comunidad de Madrid. A la realidad de la crisis que atraviesa este mercado, se le sumó un incremento del precio de la vivienda sin precedentes que aboca la situación a un escenario cada vez más oscuro.

En este sentido, según reflejaron los datos la Comunidad de Madrid, liderada por Isabel Díaz Ayuso, fue la peor parada. En el segundo trimestre de 2025, el precio de venta del metro cuadrado en la capital ha sufrido un incremento del 25,9% anual, seguida por Barcelona, donde el aumento ha sido del 11,3%. Además, según los datos arrojados por el ‘Informe de mercado inmobiliario en Iberia Q2’ de la compañía MVGM, en Madrid el precio medio de venta ha alcanzado los 7.001 euros por metro cuadrado, es decir, un aumento trimestral del 4,9% y una variación anual del 25,9%. Además, referente al alquiler, en la capital el coste por metro cuadrado ha subido un 2% en el segundo trimestre de 2025, hasta situarse en los 23,9 €/m2, lo que supone una subida en el último año del 15,3%.

Sin embargo, con este escenario de fondo que ahoga cada vez más a miles de familias y jóvenes que sueña con poder algún día independizarse, la lideresa autonómica ha defendido su negativa a intervenir en el mercado de la vivienda. No solo ha apostado por mantenerse al margen de la situación, sino que lo ha hecho en su participación en un foro internacional de BlackRock, macro fondo buitre. "No vamos a intervenir la vivienda, ni del alquiler ni de la venta, se ha demostrado fallido. Paraliza el mercado, siempre, siempre. Vamos a defender la propiedad privada como un principio", ha espetado la baronesa popular. Al hilo de ello, la presidenta madrileña ha lanzado un mensaje con el que pone a Madrid como “el mejor lugar para pensar sus inversiones”.

Frente a ello, el Plan Estatal de Vivienda

Pese al empeño de Sol por ahogar a los madrileños y madrileñas en un mercado cada vez más costoso, lo cierto es que desde el Ejecutivo central prevén aprobar el Plan Estatal de Vivienda 2026-2030 a finales de diciembre y con él, se repartirán los 7.000 millones de euros que lo dotan de financiación. 

No obstante, de estos 7.000 millones, el 40% se destinará para “incrementar la oferta del parque público”, un 30% para programas de rehabilitación de vivienda con estándares de eficiencia energética, accesibilidad y habitabilidad, y otro 30% para ayudas que den respuesta a problemas “emergentes” y que “no pueden esperar” a los ritmos de construcción, como que los jóvenes puedan emanciparse y que las familias destinen como máximo el 30% de sus ingresos a la vivienda.

Por su parte, el Estado asumirá el 60% de la inversión y el 40% recaerá en las comunidades autónomas, un reparto que Rodríguez ha calificado como “coherente” con el reparto de competencias de la Constitución. Y al respecto ha querido recordar que la dotación de 7.000 millones de euros supone triplicar el presupuesto destinado a vivienda.

Asimismo, por lo que respecta a las líneas generales del Plan estas son más vivienda, mejor regulación y mayores ayudas. Desde la formalización de la empresa estatal de vivienda, la apuesta por la rehabilitación, los fondos Next Generation e industrialización; al freno de los pisos turísticos y la extensión de las zonas tensionadas. A ello hay que sumar las ayudas a colectivos con más dificultades de acceso, como jóvenes y vulnerables.

Además, el Plan Estatal consta de cinco objetivos: más vivienda, impulsando la construcción y adquisición de vivienda pública; mejor vivienda, rehabilitando para mejorar la eficiencia y la accesibilidad; reducir la edad de emancipación, con líneas específicas de apoyo a jóvenes; rebajar la tasa de esfuerzo, favoreciendo el acceso en condiciones asequibles; y reversión de áreas con más dificultades en vivienda.

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