La política del ladrillazo es santo y seña del Partido Popular, y seguramente sea la Comunidad de Madrid uno de los territorios en los que ésta encuentra su máxima expresión. A ella se sumarían otros territorios como Andalucía o la Comunidad Valenciana.

Sea como fuere, el caso que nos concierne encuentra su lugar en la región liderada por Isabel Díaz Ayuso donde, según expone la Plataforma Ecologista Madrileña -formada por la Asociación Ecologista del Jarama (ARBA), la Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y Liberum Natura- , el Ejecutivo de Sol plantea permitir la reapertura un complejo hotelero en zona inundable; un modus operandi que no extraña, sobre todo si se mira hacia el circuito de Fórmula 1, proyecto faraónico de la Comunidad y de Cibeles.

ElPlural.com ha hablado con Antonio Martínez, uno de los portavoces de esta condena formal -han presentado alegaciones a la solicitud de calificación urbanística-, quien deja claro en declaraciones a este periódico que “todo el complejo está en zona inundable”. De hecho, apunta que durante las inundaciones que la Autonomía sufrió en marzo, el agua llegó hasta esta zona.

El área se encuentra junto al río Tajuña, en un enclave además protegido por la Red Natura 2000. “Es un espacio especialmente protegido”, destaca la voz principal que habla para estas líneas, quien destaca que hay “toda una serie de especies de especial protección” y que lo único que hacen “todos estos negocios de hostelería” es mermar a todos los niveles (ruido, vulneración de las medidas de conservación, etc-). “Esto le corresponde a la Consejería de Medio Ambiente, pero suele estar de espalda”, lamenta la fuente. “Dicen que las competencias no son suyas, lo cual es mentira”, asevera.

Preguntado por este periódico por el riesgo real de la reapertura, el portavoz indica que éste “es difícil de evaluar”. “Depende del momento en el que se va a producir la inundación, el tipo de personas (si son familias, adultos jóvenes…)”. “Lo que sí se sabe es que parte del complejo puede tener entre medio metro y un metro de altura de agua”, incide.

En estas, explica que la cifra obedece a las cifras del Ministerio, y que estas “quedaron muy atrás de la que luego fue la realidad, por ejemplo, en Valencia”, y es que la Ciudad del Turia “también contemplaba zonas inundables y luego se inundaron bastantes más”: “Todo está al alza”.

En cualquier caso, obedece a una “incompatibilidad más” amparada por la región: “El problema del río Tajuña es que hay molinos que ya no son reconocibles. Funcionaban con la movida del agua. Ahora eso, que sigue siendo una concesión de un particular y desapareció, han dado paso a negocios de todo tipo”.

La finca en la que se ubicará el complejo -Molino de Cantarranas-, contempla una superficie superior a los 28.000 metros cuadrados, de los cuales el 89% está dentro de la Zona Especial de Conservación (ZEC) ‘Vegas, Cuestas y Páramos del Sureste de Madrid’, tal y como apunta la plataforma.

Una fosa séptica

Las organizaciones critican la gestión de las aguas residuales en tanto en cuanto, sostienen, el proyecto contempla una fosa séptica, pero sin que se aporte información clara y/o clave acerca de la ubicación, capacidad y mantenimiento. Y tampoco, indican, esclarecen de qué manera se tratarán las aguas de la lavandería o las que proceden de la celebración de grandes eventos.

A más a más, la Plataforma Ecologista Madrileña también habla de falta de medidas para mitigar la contaminación acústica y lumínica que deriven de eventos que se celebren al aire libre, lo mismo que la ausencia de estrategias por parte de la administración en caso de incendio.

En última instancia, incluyen: “Las instalaciones a rehabilitar -como las cabañas de madera- fueron previamente desmontadas por carecer de autorización y que no se detalla si se mantendrá una carpa existente para eventos sin que se haya evaluado el impacto de ninguna de estas instalaciones”.

El caso de la Fórmula 1

Las mismas asociaciones ecologistas elevaron sus quejas respecto del circuito de Fórmula 1, que se levanta sobre zonas de lagunas y charcas

En aquella ocasión, los detractores aseguraban que podía traer "serios problemas".  “En cuanto ha llovido un poco fuerte, aquí se han formado unas lagunas considerables”, decían. Y eso sin considerar que existe un arroyo que pasa no muy lejos de la zona y que tiene “problemas de drenaje por las construcciones que se han hecho sobre el propio cauce”

A más a más, sobre el cauce del arroyo, se está levantando un edificiofuera del circuito pero muy próximo a él. Ello supone en la práctica que el trazado del cauce ya se ha alterado y las infraestructuras de transporte impiden su continuidad, trayendo consigo una enorme zona de inundación.

ElPlural.com preguntó a la Comunidad de Madrid por esta cuestión y, en el momento de publicación de este artículo, no la obtuvo.

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