Alberto González Amador se enfrenta a una cuádruple imputación ante la justicia al haberse ampliado la investigación judicial que se cierne sobre su figura por dos nuevos presuntos delitos más: corrupción en los negocios y administración desleal, que se suman al doble fraude fiscal y falsedad documental. Ante estos hechos, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha cambiado un matiz de calado de su postura al respecto, pasando de decir que el argumentario mediático en contra de su novio estaba perpetrado por Moncloa a, ahora, señalar que no tiene que ver “nada” con su gestión al frente de la Comunidad de Madrid.
Este martes la principal líder del Ejecutivo de la Puerta del Sol ha valorado esta última decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de avalar que la jueza investigue estas dos nuevas causas. Por este motivo, ha indicado, en declaraciones a los medios de comunicación, que su pareja “no tiene absolutamente nada que ver con la Comunidad de Madrid” ni con su gestión al frente del Gobierno autonómico, por lo que ella no tiene “responsabilidad ninguna”.
Preguntada así por si sigue considerando que estos hechos suponen “una cacería” contra González Amador, Ayuso ha vuelto a situar el foco en el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, además de volver a cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez por lo que considera “doble rasero”: “Yo no tengo al número dos de mi partido (José Luis Ábalos), que ha sido el máximo responsable dentro de mi Gobierno, como persona a la que la justicia le ha retirado el pasaporte”, ha añadido.
“Que hay una serie de responsabilidades políticas de personas que en las propias instituciones están sumidas hasta el cuello en gravísimos casos de corrupción", ha terminado defendiendo Ayuso, a la vez que ha subrayado que son temas que "no se estiran tanto tiempo".
Los giros del discurso de Ayuso para defender a su novio
Cuando se ha cumplido cerca de un año de que comenzó la investigación de la causa que se cierne sobre el conocido empresario, lo cierto es que la presidenta madrileña ha ido variando en matices de calado su discurso de defensa para con su pareja sentimental.
En el momento en el que trascendió la acusación de doble fraude a Hacienda, Ayuso aseguró que González Amador estaba “sufriendo una manipulación de una inspección que se ha orquestado” para hacerle daño y que venía desde el Gobierno central “para tapar sus escándalos”. Entonces, defendía que su novio no había cometido fraude alguno y que era la Agencia Tributaria la que le debía hasta 600.000 euros en intereses.
Después de desvelarse los correos entre la defensa de González Amador y la Fiscalía, cuando la primera parte proponía un pacto de conformidad, Ayuso mantuvo silencio y, pocos días después, a mediados de marzo del pasado año, pasó a referirse al empresario como “un particular”, añadiendo que, por ende, no era de su responsabilidad “como presidenta de la Comunidad de Madrid”.
Un argumento que fue manteniendo a lo largo de estos meses hasta el pasado mes de febrero de este año, cuando González Amador, a la quinta vez que fue llamado a declarar ante la jueza en Plaza de Castilla tras cuatro aplazamientos de la cita, se acogió a su derecho a no declarar. Entonces, la baronesa madrileña del Partido Popular defendió esta postura del imputado al considerar que lo hizo no por no querer, sino porque “no puede”.
"El embudo en el que le han metido hace imposible que pueda defenderse. Y por eso se ha acogido, por recomendación de sus abogados, a no hacerlo", esgrimió desde un acto en Extremadura, junto a su homóloga regional María Guardiola.
Ahora, con estas últimas palabras entonadas, ha marcado distancias con este cambio sustancial de los acontecimientos al engrandecerse el motivo de la investigación con los dos presuntos delitos de corrupción en los negocios y administración desleal, remarcando en las últimas horas que no tiene “responsabilidad alguna” con la Comunidad de Madrid.