“Es patético que el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, cuando va a Bruselas, ponga en solfa la calidad alimentaria de los productos castellanos y leoneses; es un peligro público este hombre cuando sale de nuestras fronteras”.

Estas palabras de Unai Sordo, el líder de Comisiones Obreras, durante la manifestación contra las políticas de la ultraderecha en Castilla y León este sábado en Valladolid, horas antes de la celebración de los Premios Goya en la ciudad, respondían a las innumerables intervenciones en las instituciones europeas del vicepresidente del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, Juan García-Gallardo, que sólo veinticuatro horas antes criticó las ayudas públicas a quienes calificó como “señoritos” del cine para hacer películas “que no ve nadie”.

La imagen de un país

Podría decirse, sin acudir siquiera a fuentes, que la imagen de un país fuera de sus fronteras se basa en los impactos en los mercados de sus marcas empresariales, sus productos, su marketing, patrimonio, su comercio, recursos turísticos y oportunidades; en sus investigadores académicos, científicos, médicos, deportistas, educadores, creativos, escritores, historiadores, periodistas, pintores, escultores... profesionales de todos los ámbitos y, por supuesto, artistas, músicos, actores y directores de cine, cuyas producciones provocan un eco infinito que llega hasta los últimos rincones del planeta.

Pero también, y no en menor medida, la imagen de un país es la que transmiten sus representantes políticos en sus intervenciones públicas ante las instituciones en las que representan a la ciudadanía.

Un país se reconoce por sus relaciones internacionales, su imagen pública en todos los puntos cardinales, y en ese marketing común al que aportamos, aunque sea un pequeño granito de arena, todos sus habitantes, seamos influyentes o no, y en el que es vital la construcción de un discurso, de un lenguaje.

¿Bayona o Gallardo?

Conviene citar que la cuantía máxima de la ayuda por proyecto cinematográfico, según la Orden CUD/582/2020 de 26 de junio del Ministerio de Cultura por la que se establecen las bases reguladoras de las ayudas estatales para la producción de largometrajes y de cortometrajes, “podrá alcanzar un importe máximo de 800.000 euros, o de 300.000 para las coproducciones con empresas extranjeras”.

En este contexto, y sin datos acerca de las ayudas percibidas —o no— por el director Juan Antonio Bayona para el rodaje de una de las películas favoritas en el elenco de las nominadas para los Goya 2024, la muy aclamada versión de la tragedia de los Andes, “La sociedad de la nieve” —también candidata a los Óscar de Hollywood como mejor película internacional—, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, se pregunta cuál es la mejor imagen que puede ofrecer nuestro país.

¿Cómo puede atreverse el señor García-Gallardo a llamar “señoritos” a un sector que genera más de 70.000 empleos y 8.000 millones de euros en facturación?, se preguntaba el líder de los socialistas, “cuando en su chiringuito sin competencias recibe más de 1,2 millones de euros al año?”.

Tudanca lamenta que Gallardo “se atreva a cuestionar al cine español, cuando no hay ni una sola película de los mejores directores de cine español, Bayona, Amenábar ni Almodóvar que reciba tanto para uno de sus proyectos, cuando es incomparable la imagen que de España y Castilla y León transmiten uno y otros, así que, respeto por esta tierra”, reclama.

“Yo no sé si está frustrado porque pretendía que hoy le dieran algún Goya, pero quizá sólo puede aspirar al Goya al mejor actor de reparto, porque en realidad el director de lo que estamos sufriendo en Castilla y León es Mañueco”.