El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Soria ha estimado la solicitud de medida cautelarísima que había pedido el Partido Animalista Con el Medio Ambiente, PACMA, contra el acuerdo del Ayuntamiento del municipio soriano de Medinaceli que aprobaba la celebración del Toro Júbilo para este sábado, 16 de noviembre de 2024, con la autorización del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco.
El juzgado considera “digno de mayor protección la integridad física, el bienestar y la vida del animal que vaya a emplearse en esta edición del Toro Júbilo 2024 frente a la celebración del festejo taurino tradicional que se pretende por el Ayuntamiento de Medinaceli con el amparo autorizatorio de la Junta de Castilla y León”.
Medidas ante “un maltrato y una muerte irreparables”
PACMA exponía en su escrito que “se está ante un proceso largo y complejo cuya resolución se demorará en el tiempo y en cuyo seno urge adoptar las medidas que eviten que el futuro pronunciamiento resulte inútil o baldío”, dice, “por la previsible conducta de la parte recurrida” que intentará burlar la ley.
Los animalistas instaban a la justicia a “salvaguardar la vida, la integridad y el bienestar del toro que pretende emplearse en el festejo, evitando su maltrato, lesiones e incluso la muerte, totalmente irreparables”. Este requisito lo fundamentaba, además, invocando el auto del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León de septiembre de 2022 en relación con una medida cautelar similar instada respecto de la petición de suspensión del torneo del Toro de la Vega en el municipio de Tordesillas.
Los animales, seres que sienten
El juzgado, por tanto, accede a la medida de suspensión y el magistrado considera que “el elemento tradicional y determinados ritos no pueden alzarse como un ‘valladar infranqueable’ de la consideración actual de los animales como ‘seres sintientes’ y su debida y ya legal protección por la normativa europea y española (artículos 13 del TFUE y 333 bis del Código Civil), prevaleciendo el derecho de los animales a su protección e integridad física y psíquica, a su bienestar, de acuerdo a las características de cada especie”, señala el auto.
Por ello, determina la “procedencia en el presente caso de anteponer el interés representado por el bienestar animal debido a la consideración de éstos como seres sintientes frente al interés que representan las Administraciones Públicas recurridas, por el tiempo que haya de transcurrir hasta el dictado de la resolución definitiva del pleito”.
Fuego en la frente, entre las astas
El Toro Júbilo de Medinaceli (Soria) es un festejo popular, un ‘toro de fuego’, tal y como se ha denominado a diversos sacrificios de astados en fiestas de pequeños municipios de la geografía española durante las que al animal se le ata un artilugio entre la frente y los cuernos al que se prende fuego.
En el caso de la localidad soriana, la tortura al animal, que fue declarada “Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico” por el Gobierno autonómico en 2002, se viene celebrando durante la noche del sábado más cercano al 13 de noviembre en la plaza mayor de la localidad
Siglos sin evolución
Algunos autores explican el origen de esta persecución del animal con el fuego ante los ojos en las celebraciones que tenían lugar en España hace más de dos milenios y que conmemoran la victoria de los íberos en las guerras púnicas derivadas del uso de toros con fuego como parte del ejército.
Respecto al Toro de Júbilo de Medinaceli, recoge guiadesoria.es, la antropóloga norteamericana Elizabeth Baity estudió “la semejanza etnográfica que presenta este festejo con diversos rituales parecidos que se practicaban en tribus desaparecidas del norte de África, Grecia o India”.
Según esta web, el festejo está documentado desde hace siglos en el Archivo de los Duques de Medinaceli, y la primera cita data nada menos que del 29 de septiembre de 1559, cuando el rey Felipe II fue testigo del rito desde el Palacio Ducal.