Dentro de 10 días, el próximo 22 de marzo, de nuevo los colectivos que se oponen a la implantación de la macrocelulosa que la multinacional Altri quiere construir en el concello lucense de Palas de Rei saldrán a las calles, esta vez de A Pobra do Caramiñal. Una vez más, como en las multitudinarias protestas anteriores, el objetivo es paralizar un proyecto que cuenta con el beneplácito de la Xunta de Galicia.
El trámite para que la factoría llegue depende ahora de los permisos y autorizaciones en materia medioambiental, de cuya elaboración se encargan, tal y como ha repetido en innumerables ocasiones el propio presidente gallego, Alfonso Rueda, los técnicos de los departamentos autonómicos correspondientes.
La decisión final está cada vez más próxima y, según adelantó hace algunas semanas un responsable de Altri, será favorable a la empresa portuguesa.
Uno de los requisitos inexcusables que la multinacional establece para el aterrizaje de la macrocelulosa tiene que ver con la financiación. Altri exige alrededor de 250 millones de dinero público para poder poner en marcha el proyecto.
Desde el Gobierno de la Xunta se ha asegurado que no descartan aportar dinero desde las arcas regionales, pero insisten en que debe ser el Gobierno central a través de fondos europeos el que facilite este trámite para que se construya la fábrica. Incluso, hace algunas semanas, los 'populares' elevaron el asunto al Senado con el fin de buscar una supuesta incongruencia entre lo afirmado por los socialistas en Madrid y en Galicia. Sin embargo, desde el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez se dejó claro que no se respalda este proyecto.
Ayer, de nuevo en el Parlamento autonómico, el PSdeG volvió a mostrar su oposición a la planta de la compañía lusa y a que sea la Xunta la que financie la instalación de Altri en Palas de Rei “con el dinero de todos los gallegos”. Así lo aseguró la diputada Lara Méndez, quien insistió en “defender desde el primer momento la importancia de las implicaciones económicas del proyecto, especialmente si el Gobierno de Rueda planea conceder a la pastelera subvenciones a fondo perdido”.
Méndez fue clara al indicar que su partido siempre ha hablado “de equilibrio ambiental, social y económico”, para recalcar que los socialistas “no nos movemos un ápice” y “está donde ha estado siempre”.
La parlamentaria del PSdeG también insistió en la necesidad de “tener en cuenta todas las variables del proyecto”. Sobre esto recordó que, en relación con el ámbito ambiental, las cosas han ido a peor puesto que el proyecto se modificó pasando de “planta textil a macrocelulosa”.
Demasiado oscurantismo
Curiosamente, según denunció, el PP le pone trabas “a la instalación de una plataforma de bano en el río Miño, por impacto ambiental, mientras no se las pone a una planta que pretende consumir más agua que todos los habitantes” del conjunto de la provincia de Lugo.
Por lo que respecta a otra de las derivadas, la social, Lara Méndez criticó las previsiones de impacto de Altri en el apartado laboral. No hay que olvidar que desde que se dio a conocer el proyecto el baile de cifras de puestos de trabajo directos e indirectos no ha parado, y siempre “menguando a medida que avanzaba el tiempo.
Sin embargo, la dirigente socialista fue más contundente al referirse al tema de la financiación. Sobre esto recordó que, en un primer momento se vendió como de propiedad privada, una circunstancia que choca con el requisito de que precise que las administraciones públicas cubran el 25% de la inversión, de ahí que plantease en forma de pregunta el futuro de la fábrica si finalmente se construye “¿Es viable la empresa si no recibe esas ayudas?”.
Son muchas las dudas que existen en la actualidad alrededor de este proyecto, cuestiones que, para los detractores, se convierten en sombras por la manera de actuar del Ejecutivo de la Xunta. Méndez, en este sentido, llamó la atención sobre “los acuerdos que pudiera tener Altri con el Gobierno del PP, en concreto, a través de la sociedad pública Impulsa Galicia”.
Si la Xunta pretende conceder dinero público “¿con qué línea de financiación?” lo hará, se cuestiona la diputada socialista que también se pregunta por la cantidad y qué criterios de siguen a la hora de la concesión.
No es la primera vez que se habla del oscurantismo que Rueda y su Equipo muestran ante este proyecto de Altri. Por ello, “tienen que explicar mucho”, aludiendo al “uso pervertido de la información”, denunciando Lara Méndez la política “oscurantista, entregando datos por fascículos”, lo no aporta claridad, a lo que sumó las “filtraciones” interesadas con el objetivo de “ganar un relato que no convence a los gallegos”.