En los últimos días ha resultado especialmente mediático todo cuanto tiene que ver con el chalet que la responsable de la inmobiliaria Niebla Azul y mujer de Alberto Núñez Feijóo, Eva Cárdenas, posee en la playa de O Con, en Moaña (Pontevedra), con acceso directo a la playa.

El tema viene de lejos, desde que ElPlural.com publicara las primeras informaciones al respecto, aunque ha cobrado especial relevancia después de que el Servicio de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, respondiera a la que fuera directiva de Zara Home, quien ha pedido al Estado la concesión del terreno de servidumbre de paso (lo que es lo mismo, de carácter público) durante 30 años más.

El asunto, en el limbo, por lo pronto, hasta que se lleve a cabo el peritaje, no es el único que une de algún modo al presidente del PP con esta zona de las Rías Baixas. La que Miguel Delgado, presidente de Pladesemapesga, tacha como “mansión ilegal”, localizada a orillas del arenal, no guarda tanta relación directa con el responsable de Génova más allá del vínculo personal que le une con su pareja, que sí es propietaria desde que lo adquiriera en 2019. Sin embargo, hay otro chalet que sí está directamente relacionado con el líder popular.

Un negocio redondo

Es preferible hablar en pasado, ya que esta segunda vivienda a la que hacen alusión las presentes líneas ya no es del expresidente de la Xunta, pues la vendió en plena pandemia del Covid sacando un considerable rédito económico por ello.

Se trata de una vivienda que estaba ubicada en la otra punta de la de Cárdenas, en el mismo municipio pero cercana a la parroquia de Meira. Hay que remontarse hasta 2015 para encontrar la base de los planes que Feijóo tenía aquí, y para ello hay que atender a otros medios de comunicación, especialmente locales como La Voz de Galicia, que por aquel entonces contaban que el político tenía pensado construir un chalé de 354 metros cuadrados.

El inmueble, de nueva construcción a diferencia del de su mujer, le perteneció hasta 2021, año en el que decide venderlo, en mitad de la pandemia y con un beneficio estimado de 600.000 euros. El que después de ser presidente autonómico pasó a capitanear el partido desde Madrid hizo un negocio sencillamente redondo, ya que se había gastado poco más de 200.000 euros en construir la nueva propiedad, según informó el mismo periódico mencionado anteriormente.

Si bien es cierto que a ese gasto hay que sumarle lo que le costó comprar una parcela que, en su caso, superaba los 1.000 metros cuadrados. Aún con ello, logró amortizar una hipoteca de 238.000 euros y triplicó su cifra de ahorra en cuentas corrientes, depósitos y acciones.

No fue hasta su ascenso en el PP que se conoció el patrimonio, resultado de estas últimas inversiones, de Feijóo, y es que la Cámara Alta -ocupó un escaño en el Senado- le obligó a entregar su declaración de bienes, y los números revelaron un gran enriquecimiento en poco tiempo.

Desde entonces, el político ya solo disfruta en Moaña de la vivienda que tiene su mujer, mucho más cerca de la playa -de hecho, la ubicación es lo que la está trayendo problemas- y a la que, eso sí, acude asiduamente.

Lleno de “oscurantismo”

La polémica viene originada por un muro de más de 200 metros cuadrados y una puerta que da acceso directo al arenal. Es verdad que Cárdenas adquirió la casa cuando ya se había hecho reforma, pero también lo es que ella intervino en el inmueble. Asimismo, los vecinos de la zona apuntan al “oscurantismo” de la vivienda en torno a otros elementos de la casa, como la piscina.

Ahora, la estrategia de Cárdenas pasa por apelar a una normativa ya caducada de 2007 por la cual estaba legalizado el privilegio del que ahora disfruta la antigua responsable de Zara Home mediante régimen de concesión.

Miguel Delgado, presidente de la Plataforma en Defensa del Sector Marítimo y Pesquero de Galicia (Pladesemapesga), explicaba en los últimos días en declaraciones a ElPlural.com que esta intención carecía de sentido y se refería al anterior dueño de la propiedad, también conocido por el vecindario y que tampoco se salva de la controversia: “La persona que le vendió el terreno lo hizo sin concesión”.

Sea como fuere,  en el supuesto de que la mujer de Feijóo logre su objetivo, disfrutaría de una vivienda con playa privada hasta 2037, pues el tiempo de 30 años se cuenta desde la fecha en la que la propiedad perdió la concesión preexistente para el uso del terreno.

Respuesta de Eva Cárdenas

ElPlural.com también ha tratado de ponerse en contacto en sucesivas ocasiones con la afectada, Eva Cárdenas, tanto a través de su inmobiliaria Niebla Azul como a través del gabinete de su marido, Alberto Núñez Feijóo. No obstante, y pese a no querer ofrecer respuesta alguna durante año y medio de publicaciones, los abogados de Cárdenas se han puesto en contacto con ElPlural.com para que conste su visión del asunto: "Doña Eva Cárdenas Botas es titular de la casa sita en Moaña (Pontevedra) preexistente a la entrada en vigor de la Ley 22/1988 de 28 de julio de Costas y al deslinde de los bienes de dominio público marítimo-terrestre, y respecto de la cual no existe ningún procedimiento judicial abierto ante ninguna jurisdicción, no existiendo, por tanto, ilegalidad alguna respecto de la misma”.