El juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares investigará a la alcaldesa de la localidad, Judith Piquet, por un presunto delito de infidelidad en la custodia de documentos en variante de acceso a documentos confidenciales sin autorización.
La imputación tiene su origen en el discurso xenófobo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando hace unos meses vinculó sin pruebas a migrantes con agresiones sexuales y un brote de sarna en el municipio alcarreño. El epicentro de la cuestión se mueve a medio camino entre Sol y la localidad complutense, ya que la información -incapaz de demostrarse por parte de la derecha- fue conocida por la presidenta madrileña después de una reunión con Piquet, hacia quien dirigió en última instancia la polémica.
En una patada a seguir, responsables del PP madrileño publicaron en redes sociales un informe extraído de la Policía Local de Alcalá de Henares sobre una agresión a una mujer cerca del cementerio de la ciudad.
El informe recogía los rasgos de los atacantes pero no detallaba ningún tipo de ataque sexual. La víctima fue atendida por varias lesiones porque la derribaron contra la acera. La polémica actual se cierne sobre Piquet, ya que lo que la Justicia trata de averiguar ahora es cómo el documento -de carácter confidencial- pudo llegar a terceras personas que además emitieron su contenido dándole publicidad.
Al frente de las autoridades locales del municipio se encuentra la alcaldesa, ya que son los regidores los responsables de este cuerpo. En otro orden de cosas, también han sido citados -aunque en calidad de testigos- altos mandos de la Policía Local, que serían los responsables de la elaboración del texto. Todos, también la edil primera, han sido citados a mediados de noviembre.
Denuncia presentada por el PSOE
Todo parte de una denuncia del PSOE en el mes de febrero. "El tiempo nos ha dado la razón", apunta en declaraciones remitidas a ElPlural.com el portavoz socialita Javier Rodríguez, a la vez que considera que los populares han utilizado a las autoridades locales como una especie de "policía patriótica".
"Los socialistas de Alcalá nos oponemos frontalmente a esta situación, máxime cuando durante mis años como alcalde, mantuvimos un escrupuloso respeto y un profundo reconocimiento hacia el trabajo que realizan de manera profesional e independiente los hombres y mujeres de la policía local de Alcalá de Henares”, remite el que fuera también alcalde al frente de la localidad complutense.
“Dese un punto de vista ético, que alguien como Alfonso Serrano utilice un informe policial confidencial para tratar de inculpar a personas migrantes y vincularles a agresiones sexuales, con bulos de propios de la extrema derecha xenófoba, es inaceptable. No todo vale en política, ni para hacer oposición a Pedro Sánchez y fue horrible lo que vivimos en esos días”, apostilla.
Uso “torticero” de las instituciones para dar alas al racismo
La oposición ha reaccionado con dureza después de conocer el veredicto. Más Madrid Alcalá ha tachado de “vergüenza” que Piquet hiciera un “uso torticero e interesado de documentación sensible” aprovechando su puesto de poder. Desde la formación que a nivel regional lidera Manuela Bergerot sostiene que en su calidad de alcaldesa, la regidora “tenía la obligación de custodiar” el texto, pero que “prefirió utilizar y retorcerlo sin ningún tipo de escrúpulo para diseñar una campaña racista”.
El partido progresista lamenta que el municipio “le queda muy grande a esta alcaldesa y a su Gobierno formado por PP y Vox”. “No respeta los procedimientos ni a la ciudadanía y utiliza su posición para señalar a los más vulnerables y ensuciar el debate público, priorizando siempre los intereses de su partido sobre los de la localidad (…) Este es el modus operandi del PP aliado con la extrema derecha, ser fuertes con los más débiles y serviles ante los poderosos”.
Cargos con responsabilidad ejecutiva
El delito de infidelidad en la custodia se contempla como un delito por el que principalmente se imputa a funcionarios y cargos con responsabilidad ejecutiva. En ningún caso lleva aparejadas penas privativas de libertad, aunque sí la inhabilitación para el ejercicio de la función pública entre uno y tres años.
Racismo de Ayuso
La líder madrileña aprovechaba el pasado mes de enero la llegada de 1.200 inmigrantes procedentes de Canarias al cuartel Primo de Rivera. La responsable regional se centró en este hecho durante una visita a la ciudad de Alcalá para señalar que “ya se han producido reyertas” y “se están investigando agresiones sexuales” a mujeres del municipio, en un ejercicio evidente de relacionar criminalidad con migración.
En su particular cruzada contra el Ejecutivo -al que no le tembló el puso para calificar de “racismo” las declaraciones de Ayuso- la líder regional exigió a Moncloa un plan que fuera capaz de “suministrar servicios públicos y atención” ante la “tremenda oleada de personas que utiliza Canarias como puerta de entrada” al continente, en lugar de enviarlos “por la noche” y “de tapadillo”. Sin embargo, las crítica siempre lícita terminó en unas palabras que daban rienda suelta al racismo y la xenofobia: “Los vecinos de Alcalá tienen derecho a saber con qué personas conviven, y están preocupados por la imagen que pueden estar dando de su ciudad a los visitantes”.
La presidenta de Madrid intentó matizar estas, cuanto menos, desafortunadas declaraciones tirando la pelota al tejado complutense. Sin embargo, lo primero que hizo tras las críticas de Francisco Martín, delegado del Gobierno en Madrid, fue devolverle la acusación por, según ella, mentir; ya que, en contra de lo que éste apuntaba, hay dos denuncias que “están investigando” la Policía y un juzgado por supuestas agresiones a mujeres en Alcalá de Henares.
Después intentó rebajar el tono, ya sin éxito, asumiendo que “si los agresores son vecinos de Alcalá o de fuera lo tiene que determinar un juez”. Asimismo, ironizaba diciendo que los testimonios de las mujeres apuntan a que son personas migrantes y “ahora parece que no importa el ‘hermana, yo sí te creo”. “Hay que investigar sin más, y es algo que no me corresponde a mí”, terminó limitándose a señalar.