Mientras miles de personas pedían justicia por las 229 víctimas de la DANA que sacudió la Comunitat Valenciana, el Ayuntamiento de València —según denuncia el PSPV— ponía trabas al recorrido de la manifestación. Dos días después, el mismo consistorio habría cedido el salón de actos del Espai Jove Campoamor al agitador ultra Vito Quiles, conocido por difundir bulos durante la tragedia. “Es una vergüenza institucional”, ha denunciado el portavoz socialista Borja Sanjuán.
El dirigente del PSPV ha acusado este lunes a la alcaldesa María José Catalá de haber llevado a cabo un “boicot activo” contra la manifestación convocada por las víctimas de la catástrofe. Según Sanjuán, el Ayuntamiento retrasó la llegada de la marcha a la Plaza de la Virgen, alegando la coincidencia con un acto fallero, aunque —según matizó— la propia falla suspendió la actividad. “Eso demuestra que no existía motivo real para obstaculizar la manifestación”, ha afirmado, antes de añadir que “no fue un error ni una casualidad: fue un boicot deliberado para proteger políticamente a Carlos Mazón”.
El portavoz socialista ha recordado que Catalá “es la alcaldesa de la tercera ciudad con más víctimas mortales en la tragedia de la DANA” y que su papel “debería ser el de actuar con neutralidad institucional y empatía hacia las familias afectadas, no servir de escudo político al presidente de la Generalitat”.
Sanjuán ha insistido en que la actuación del consistorio no fue un hecho aislado, sino parte de una estrategia política para “desviar la atención y minimizar la protesta social”. “Mientras se obstaculizaba la manifestación de las víctimas, el Ayuntamiento autorizaba el uso del Espai Jove Campoamor para un evento de Vito Quiles, un personaje conocido por difundir bulos y desinformar durante la tragedia. El mismo Ayuntamiento que boicoteó a las víctimas cede un local público a quien contribuyó a generar desconfianza cuando más sufrían los valencianos”, ha reprochado.
El salón de actos, según el grupo socialista, fue reservado por un sindicato de estudiantes afín a las Nuevas Generaciones del PP, lo que —a su juicio— “refuerza el sesgo político” de la cesión. El acto se celebrará apenas dos días antes del funeral de Estado por las víctimas, un gesto que los socialistas califican de “insensible e indignante”.
En contraposición, Sanjuán ha destacado que la Universitat de València rechazó que Quiles utilizara sus instalaciones. “Catalá abre las puertas de los espacios municipales a quienes se dedican a sembrar odio y mentiras, y una vez más las universidades públicas valencianas demuestran más responsabilidad que las administraciones gobernadas por el Partido Popular”, ha añadido.
El PSPV ha anunciado la presentación de una moción de urgencia en el próximo pleno para exigir explicaciones a la alcaldesa y reclamar que el consistorio revise la cesión de espacios públicos a personas o colectivos “que promuevan el odio, la desinformación o el negacionismo”.
El partido considera que lo ocurrido este fin de semana refleja “una profunda falta de empatía institucional” y una “deriva partidista” en la gestión del Ayuntamiento. “Cuando una ciudad entera sale a la calle para pedir justicia por sus muertos y el gobierno local responde con obstáculos y silencio, lo que se erosiona no es solo la confianza política, sino la dignidad institucional”, ha concluido Sanjuán.
Hasta el momento, desde el equipo de María José Catalá no se ha emitido una respuesta oficial sobre las acusaciones. La polémica, sin embargo, ha abierto un nuevo frente en el consistorio valenciano, en plena escalada de tensión política tras la tragedia.
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