La polémica y el Partido Popular siguen yendo de la mano. Tras varios meses de un goteo incesante de informaciones delicadas, un grupo de miembros de las Nuevas Generaciones (NNGG) y del Partido Popular de Madrid ha presentado una denuncia ante la Fiscalía, con copia a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, exponiendo una serie de prácticas internas alarmantes que incluyen acusaciones de bullying, xenofobia, machismo, y el uso de alcohol y sustancias estupefacientes en fiestas, entre otras lindeces, para atraer a nuevos militantes. Más inquietante aún es la afirmación de que se ha recurrido a la prostitución como herramienta para obtener información y ejercer influencia sobre los miembros del partido.
Estas revelaciones han salido a la luz gracias a las confesiones de varios miembros que han decidido hablar con ElPlural.com, proporcionando testimonios detallados sobre las dinámicas tóxicas y los métodos de manipulación empleados por ciertos individuos dentro del partido. Según los testimonios, el deseo desenfrenado de poder y control era tan intenso que llevaba a algunos a menospreciar, amenazar y humillar a cualquiera que percibieran como una amenaza para sus intereses personales y políticos.
Los duros testimonios
“Planeaban la utilización de personas con fines sexuales para conseguir lo que querían”, “me instaron a mantener relaciones sexuales para conseguir información”, “se referían a nosotros como el ejército de maricones”, “he presenciado insultos y vejaciones”, “se intentó espiar a altos cargos del partido mediante prácticas sexuales”, “me discriminaron por mi origen desde el principio”, “nos enseñaron un vídeo porno y se rieron” o “tuve que acompañar a un compañero al hospital por ansiedad” son algunas de las confesiones que estos miembros han denunciado a este medio.
Hasta nueve personas han compartido sus experiencias con el medio, describiendo un entorno de trabajo hostil y desagradable. Algunos de ellos, que aún forman parte del partido y ocupan puestos de importancia, han coincidido en su exposición de un clima sumamente perjudicial, ya sea por haberlo experimentado personalmente o por haber sido testigos de primera mano.
Estos individuos han accedido a que ElPlural.com grabe sus declaraciones, aunque han solicitado que se proteja su identidad parcialmente por temor a represalias, lo que ha llevado a la presentación de sus testimonios bajo iniciales y con la voz distorsionada. Además, se ha informado que todos ellos ya han llevado sus preocupaciones y las prácticas denunciadas ante el Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid.
La gravedad de las acusaciones ha puesto en marcha un mecanismo de escrutinio que podría tener implicaciones significativas para el partido y sus líderes. La denuncia ante la Fiscalía y la copia enviada a Ayuso no solo buscan una investigación exhaustiva y justicia para los afectados, sino que también plantean preguntas más amplias sobre la cultura política y las prácticas de poder dentro del Partido Popular de Madrid.
Este caso, que ahora se encuentra en manos de las autoridades competentes, podría ser un punto de inflexión en la política madrileña, donde la transparencia y la responsabilidad se han convertido en demandas cada vez más urgentes de la ciudadanía.
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