Los exabruptos por parte del PP en Calahorra (La Rioja) son un constante. El último tenía lugar en el pleno del pasado miércoles y estaba protagonizado por el concejal de Urbanismo, Antonio Mazo, quien tenía un comportamiento deplorable a partir de un comentario machista en el trascurso del debate. En este caso, de lo que se hablaba era de una partida presupuestaria para la rehabilitación de un edificio de la localidad.

“O jodemos todos o la puta al río”, es la expresión que empleaba este miembro del partido que a nivel nacional lidera Alberto Núñez Feijóo. Se trata de un dicho popular -no por ello acertado. De hecho, todo lo contrario- que se utiliza para indicar que alguien no está dispuesto a seguir colaborando en una actividad a menos que haya un reparto igualitario de los beneficios, por lo menos para quien pronuncia el refrán.

Las palabras han recibido el reproche por parte de la oposición, liderada por el PSOE, quien ha lamentado “el nivel” de Mazo.  Durante el mismo pleno, la portavoz socialista Elisa Garrido ha recriminado las declaraciones del concejal de la formación conservadora; a lo que desde el PP le pedían que se tranquilizara. Lejos de quedarse ahí, el concejal de Urbanismo respondía que al PSOE “le molesta que se hable de prostitución”.

La intervención de Vox tampoco estaría exenta de polémica, ya que la concejala del partido ultraderechista se mostraría en disposición de conocer el uso que se va a dar al edificio, llegando a decir que no tendría problemas en apoyar el uso de la partida, pero que no lo haría “si el uso que se le va a dar es de un prostíbulo”. Además, ha sido después de esta afirmación cuando Mazo ha empleado la malsonante y machista expresión: “O follamos todos, o la puta al río”.

Polémica reciente

No es la primera polémica que protagoniza el PP de esta localidad y en la que de alguna manera se encuentra involucrado Maza. La propia alcaldesa, Mónica Arceiz, de este partido, tenía un comportamiento que fue reprochado por la izquierda hace poco más de una semana, cuando amenazó con echar del Ayuntamiento a todo el PSOE.

Aquella controvertida intervención llegaba por alusiones a causa del supuesto escolta personal que tiene la edil primera. Más allá de centrarse en la ‘acusación’, la responsable conservadora advirtió al conjunto del PSOE de que si mantenían esta senda los echaría del hemiciclo: “Han dicho que reforzamos policía para que yo tenga escolta persona. Señor Garrido, de verdad, guarde el control, aprenda a callarse cuando no tiene el turno de palabra, porque no solo va a haber llamadas al orden, es que a este paso va a haber que echar a todo el Grupo Socialista. Eso es lo que va a haber que hacer, pero por maleducados, lo repito”. De nuevo, el Grupo Socialista, con Garrido a la cabeza, lamentaba la escena: “Acaba de amenazarnos con echarnos del Ayuntamiento. Así tal cual”.

Previamente, la alcaldesa había dicho a su contrincante dialéctico que dejara “de tomarse siete cafés para venir a los plenos”, lo que encontraba la réplica de otro dirigente socialista, después de que el PP defendiera el argumentario al más puro estilo Feijóo de que su partido había ganado las elecciones. “Le recomendaría mesura, porque menudo panegírico nos ha soltado. Cuando quiere usted le parece todo estupendo, esas declaraciones que tanto criticaba y que hoy le ha venido estupendamente para amenazarnos incluso advertirnos de que nos quiere echar de este salón de actos. Es verdad que está usted cambiando Calahorra con los Presupuestos del PSOE, porque de los suyos de momento no hemos visto ninguno”, respondía contundente.

En aquel pleno se debatió sobre el número de puestos eventuales creados en el Ayuntamiento, aspecto respecto del cual la formación socialista lamentó que la alcaldesa “eligiera a dedo” a una persona que sería la “responsable de realizar el trabajo que debería hacer el concejal de Urbanismo”, precisamente el protagonista de estas líneas. “Va a consistir en dejar todo mascadito al señor Mazo para que éste, sin pensar, pero sí cobrando, lo haga”.