Maribel Vilaplana se ha convertido en la coprotagonista involuntaria de la tarde de la DANA. La periodista valenciana, testigo directo de la inmisericorde falta de gestión de Carlos Mazón cuando el pueblo valenciano se ahogada por las riadas del 29 de octubre de 2024, fue la única que acompañó al expresident de la Generalitat durante la tarde de la tragedia. Sus mentiras, la posibilidad de que acabe siendo imputada por falso testimonio y el año sin explicaciones de la comunicadora la han situado en el centro de las pesquisas judiciales y periodísticas.
Su repentina exposición pública, fama triste y devenida de una casualidad, contrasta con el grado de conocimiento que la élite valenciana ya tenía de esta profesional históricamente vinculada al poder empresarial y político de la región del Túria: “Hay dos tipos de galas. Las que presenta Maribel Vilaplana y las demás”, definió a la perfección el propio Mazón en un acto por los '50 años Fuente del Jarro' apenas dos semanas antes de su cita en El Ventorro.
Otrora presentadora estrella de la extinta Canal 9, Vilaplana lleva años granjeándose contactos y contrataciones entre el ‘mundillo’ valenciano. Experta en comunicación y asesoría de crisis, la periodista lleva desde 2006 ganándose la vida con su firma Bencomunicat, una sociedad limitada polifacética cuyo amplio objeto social abarca asesoría 360 en cuestiones como “la presentación, gestión, producción y organización de eventos”, entre otras cuestiones.
“Publicidad. Producciones audiovisuales. Cursos de formación en comunicación y publicidad. Asesoría de imagen y relaciones públicas. Redacción de artículos, guiones y textos para medios y empresas”, cierran el abanico de opciones para la contratación de esta mercantil unipersonal -según ha podido conocer ElPlural.com a través de la consultora especializada Axesor-.
¿Eres capaz de descubrir la palabra de la memoria escondida en el pasatiempo de hoy?
“La comunicadora de la oligarquía valenciana”
Las palabras de Mazón dos semanas antes de la comida en El Ventorro (y apenas unos días más tarde de que ambos coincidieran en Àtic, como publicó en exclusiva ElPlural.com) no iban desencaminadas. Fuentes del sector de la comunicación valenciana coinciden plenamente con el expresident: “Vilaplana es la comunicadora de referencia de la oligarquía valenciana”, sentencian, argumentando esta acusación en que está muy bien rodeada y siempre ha sido “la protegida de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE)”.
“Por eso hace tantas galas. Una de las últimas, y más significativos, la de Polígono Fuente del Jarro, dónde Mazón hizo esas referencias tan cariñosas y donde se quedó después charlando con ella”, prosiguen estas mismas fuentes.
Una situación que, insisten estas voces, le acaba provocando un conflicto de intereses continuo que puede motivar el silencio durante este año de la DANA, así como la simbiosis de sus comunicaciones públicas con las distintas versiones que ha aportado durante todo este tiempo el Palau de la Generalitat: “La gente le reprocha que se ha cuidado mucho de proteger su negocio. Ella se rodea con este tipo de gente y claro, si deja mal al cliente, un cliente de esta naturaleza, pues ¿qué otras galas va a hacer? Ha estado más interesada en proteger su negocio que en contar la verdad”.
Los números de Bencomunicat
La empresa propiedad de Vilaplana, Bencomunicat SL, es fructífera. Los contactos, el solvente currículum de su propietaria y su amplia gama de servicios ofertados le han permitido crecer empresarialmente en 2024 -último año recogido por Axesor-. De hecho, según figura en el informe detallado de la consultora obtenido por ElPlural.com, el importe neto de negocio creció más de un 12% interanual -pasando de los 89.670 euros de 2023 a los 100.706 del curso posterior-.
No obstante, en la auditoría que realiza Axesor, no todo son buenas noticias para Bencomunicat. Según el “scoring” realizado por la consultora, la nota es de un cinco sobre diez, bajando su puntuación progresivamente a lo largo de los años. Entre las debilidades empresariales que resalta el informe, figuran cuestiones como el periodo de cobro contable (supera al de pago), el reducido volumen de efectivo o la falta de capacidad para generar fondos con su actividad propia, entre otras.
