El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ha marcado distancias con su antecesor en el cargo, José María Aznar, al rechazar hacer una valoración de la gestión de la crisis que está haciendo el Ejecutivo de Rajoy, en una entrevista en El objetivo, de laSexta, este domingo. “Es el Gobierno quien tiene la información y los elementos de juicio para tomar decisiones. Mi presunción siempre será favorable, de respeto y comprensión a una tarea en un marco difícil. Como expresidente no voy a participar en la polémica pública ni a contribuir a un factor que pueda ser negativo para la economía española”, ha dicho.

Recuperar el Estado del bienestar
Para Zapatero, la preocupación ahora es que España sea capaz de recuperar aquello que el Estado del bienestar se ha dejado por el camino”. Según ha explicado, el país “ha hecho un gran esfuerzo para tener educación universal, y gratuita y un sistema de pensiones que da respuesta incluso a las personas que no han contribuido”. Es por eso que lamenta que “se haya producido una limitación” a la hora de poder ir más allá. “Se ha producido un retroceso en el Estado del bienestar pero no lo suficientemente intenso como para que no acariciemos el compromiso y la idea de que en cuanto salgamos de la crisis recuperemos estos pilares”, ha señalado el expresidente.

Cataluña
Sobre uno de los temas más candentes de la política nacional, el desafío soberanista de Cataluña, Zapatero ha apostado por abrir el diálogo para una potencial reforma de la Constitución, que permita una “redistribución de las competencias y de la identidad”, y para que “las cuestiones que han quedado pendientes puedan ser puestas encima de la mesa y abrir un proceso de reencuentro”.

No habrá secesión
El expresidente del Gobierno también ha advertido de que si el presidente catalán, Artur Mas, convoca un referéndum sobre la independencia, la consulta no tendrá validez porque “nadie puede hacer algo si no tiene competencia para ello. “Veremos si merecerá una reacción jurídica o sólo política. Lo que no puede ser no va a suceder, que es una secesión”, ha subrayado.

No se pagó ningún precio político por el fin de ETA
Rodríguez Zapatero se ha referido también a ETA, en el segundo aniversario del abandono de las armas por parte de la banda. El expresidente ha querido dejar claro que la violencia se acabó hace dos años “porque la democracia triunfó, hubo lucha de todos y porque la banda perdió el respaldo social que tenía en el País Vasco. Esto fue la clave para que tuviera que abandonar”. Asimismo, ha resaltado que la violencia de ETA se terminó sin que se pagara ningún precio político. “Es una gran victoria de la democracia”.

PSOE y Rubalcaba
Preguntado sobre el futuro del PSOE, Zapatero ha mostrado su confianza en el actual líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba y ha contado que le costó “varias conversaciones y muchos cafés” convencerle para que fuera candidato. “Sabía que en el PSOE era la persona que iba a tener más respaldo en la carrera por la presidencia del Gobierno”, explica.

Zapatero ha puesto en valor el trabajo que está realizando Rubalcaba, en un contexto muy difícil, que “es llevar al partido a un proceso de recuperación”. El expresidente cree que hay que dar “tiempo al tiempo” porque las cosas no cambian de “un día a otro” En cuanto a las primarias y a si Rubalcaba debe presentarse o no, el expresidente ha afirmado que “durante 12 años, cuando era secretario general, dije lo que había que hacer, pero ya no es mi tarea, Yo apoyaré siempre al secretario general del partido, porque yo lo fui y porque tengo buena relación con él desde hace tiempo”.

A punto de publicar su libro
El expresidente, que está a punto de publicar su libro El dilema. 600 días de vértigo’ en el que relata sus dos últimos años de mandato en La Moncloa, ha reconocido que se equivocó al tardar en reconocer la existencia de la crisis, a “intentar no transmitir un mensaje negativo”.

Un año sin hablar con Rajoy
Aunque Zapatero asegura que hace un año que no habla con Mariano Rajoy, dice que sí lo hace a menudo con el Rey don Juan Carlos. A su juicio, el monarca no tiene que abdicar pues la democracia española está muy ligada a la monarquía parlamentaria.