A menos de una semana para las elecciones catalanas, las tendencias están cambiando, al menos en las posiciones de abajo. Según una encuesta de SocioMétrica para El Español, Salvador Illa y el PSC ganarían las elecciones, pero la máxima igualdad sigue siendo la tónica por arriba. Sin embargo, el protagonismo se lo lleva Vox, que sorpassaría a Podemos, daría caza a Ciudadanos y marcaría distancia con un PP tocado y hundido.

El ‘efecto Illa’ mantiene su vigencia, pero la movilización de la derecha independentista de Carles Puigdemont y Laura Borrás dificulta con creces un cambio de signo en el Govern de la Generalitat. Junts Per Catalunya (20,4%) quedaría 0,6 puntos por debajo del PSC (21%), pero la ley electoral situaría a los socialistas un escaño por debajo (31).

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha visto cómo sus pretensiones electorales han variado significativamente a medida que la jornada electoral se acerca. Mantienen vivas las esperanzas de ganar en las urnas el próximo domingo 14 de febrero, pero el deseo cada vez es más difícil debido al potencial de JxCAT, que sigue al alza en todos los sondeos. De hecho, los republicanos, a pesar de obtener dos puntos porcentuales menos que el PSC, les igualaría en 31 escaños.

La igualdad por arriba está elevada a la enésima potencia, mientras que, en el escalón intermedio el escenario está cambiando. Si bien hasta hace escasas fechas Ciudadanos y Podemos se disputaban la condición de cuarta fuerza política, ahora hay una tercera formación en liza: Vox.

La ultraderecha, según la encuesta de El Español, igualaría a los liberales con 7,7 puntos. Traducido en escaños, Ciudadanos obtendría 12, por 11 de la formación de Santiago Abascal. Lo que sí ha conseguido Vox, que está ascendiendo progresivamente, es dejar atrás a En Comú Podem y, sobre todo, aumentar la distancia con un Partido Popular prácticamente derrotado.

Los Comunes se quedarían a 0,3 puntos de la ultraderecha, con un escaño menos en su horquilla más alta. Con el 6,6% de los votos se situaría la CUP, que aumentaría su espacio en el Parlament con nueve sillones. En el fondo de la lista, tocado y hundido, se ubica el Partido Popular. Los conservadores, desnortados, apenas mejorarían un punto sus prestaciones con respecto a las elecciones post-155, arañando dos asientos más de los que obtuvo Xavier Albiol y malheridos por un Vox que absorbe parte de sus sufragios.