El mosso número 1899 llegó a lo más alto de la cúspide policial catalana. Desde 2013 Josep Lluís Trapero era el comisario jefe, cargo que sustituyó por el de Mayor entre 2016 y noviembre de 2017, cuando fue cesado por el Ministerio de Interior aplicando el artículo 155.

Trapero nació (1965) en la periferia de Barcelona. Criado en el barrio de La Guinardera de Santa Coloma de Gramenet, era hijo de la emigración de los años sesenta. Trapero entró en los Mossos d'Esquadra un poco por casualidad. En 1989 ingresaba en la Escuela de Policía. Tras salir con el número 1899, se vinculó a la investigación criminal, dónde básicamente hizo su carrera policial. Su testarudez, según explican los que lo conocen es tan grande como su mal genio. Licenciado en Derecho en 2006, también ha hecho cursos referentes a su especialidad. Incluso uno del FBI durante 2016, cuando amplió sus conocimientos con el Latin American Law Enforcement Executive Development Seminar en la sede central de Quantico de la policía federal norteamericana. También ha hecho cursillos en criminalidad informática, blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.

Trapero inició su carrera profesional como agente en Girona y en Vielha, donde se encargaba de la Oficina de Denuncias. También ocupó el cargo de cabo de pelotón en el Centro Penitenciario Cuatro Caminos. Más tarde, en Blanes y Figueres, se ocupó del grupo de investigación criminal hasta especializarse en esta materia. En 2008 era jefe de la división de investigación criminal. Un año más tarde, ocupó el cargo de subjefe de la Comisaría General de Investigación Criminal para pasar a ser el jefe en enero del 2012, cargo que ocupó hasta ser nombrado comisario en jefe por delante de otros comisarios con mayor antigüedad.

Saltó a la palestra mediática con los atentados terroristas de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils. Entonces fue el portavoz de todas las operaciones, por delante del entonces conseller Joquim Forn y del desaparecido director de la Policía.

Por los incidentes del 20 de septiembre delante del Departamento de Economía fue imputado por sedición por la Audiencia Nacional. Mientras que Jordi Sànchez y Jordi Cuixart siguen en Soto del Real, Trapero está en libertad con cargos.

Con Sonia, su pareja, le gusta cocinar y tocar a la guitarra con sus amigos las canciones de Joan Manuel Serrat.