Espadas en alto. Carles Puigdemont se mantiene en sus trece de descabalgar a Marta Pascal de la dirección del PDeCAT. El expresidente de la Generalitat, que rechazó la oferta de Pascal para presidir el partido neoconvergente, se ha encontrado con aliados, como la vieja guardia de CDC, que fue vencida por Pascal en el congreso fundacional de hace dos años.

La sesión inaugural de la asamblea abierta a toda la militancia la tenía que hacer Quim Torra, presidente de la Generalitat, tal y como la organización del Partit Demòcrata había anunciado, pero solo horas antes desde la Generalitat se comunicaba que Torra nunca lo había tenido en su agenda. Era un nuevo desaire a Pascal, que ha visto como el sector puigdemontista del PDeCAT le hacía una OPA hostil al presentar la Crida Nacional, un nuevo movimiento político centrado en Puigdemont y que pretende subsumir el PDeCAT, ante la negativa de las otras formaciones independentistas, ERC, Demòcrates y CUP de entrar en esta nueva operación de refundación del espacio convergente.

Pascal, por su parte, trata de salvar los muebles. Ha visitado a los exconsellers encarcelados antes de llegar al Palacio de Congresos dónde se celebra la asamblea. Pascal se ha mostrado “optimista” en conseguir una candidatura de consenso. Ha destacado que no hay diferencias insalvables y ha apostado por un partido más fuerte que entre a formar parte de la Crida de Puigdemont.

No obstante, tanto la vieja guardia procedente de Convergència, como los fieles a Puigdemont ponen como condición que Pascal no esté en la futura ejecutiva que se votará el domingo por toda la militancia. En estos momentos estarían proponiendo a David Bonvehí, principal colaborador de Pascal, para dirigir provisionalmente el partido, que debería integrarse totalmente en la Crida, a lo que Pascal se opone, pues ella cree en un PDeCAT fuerte que participe, con otros, en la Crida de Puigdemont.

El ex presidente de la Generalitat también habría sondeado a otros dirigentes del PDeCAT, como el alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals, pero también a alguna diputada en el Congreso. Puigdemont cree que los diputados en el Congreso no siguen sus postulados y pretende hacerse con el control del grupo. Mientras que Puigdemont no quería votar a favor de la moción de censura a Rajoy presentada por Pedro Sánchez, tanto la dirección de Pascal-Bonvehí como la mayoría de los diputados y senadores del PDeCAT estaban convencidos de que con Sánchez de presidente de España se abriría una nueva etapa en la política española que no debían desaprovechar.