Horas después de que el exdirector del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la Universidad de Barcelona (UB), Jordi Hernández Borrell, le acusase de tener "los esfínteres dilatados”, Miquel Iceta recibió la llamada de Ramon Espadaler, ex secretario general de Unió Democràtica y ahora número tres del PSC por Barcelona.

 

 

“No te preocupes. La gente sólo tira piedras al árbol que da frutos”, le dijo el ex consejero de los Gobiernos de Artur Mas al líder de los socialistas catalanes. Iceta, pese a haber reconocido estar “en exceso acostumbrado” a este tipo de insultos, sí que ha mostrado tanto en público como en privado su preocupación por el alto grado de crispación que se ha apoderado de la sociedad catalana.

“Ramón, si llevas razón, nuestro árbol va a dar mucho fruto porque nos han cubierto de mucha piedra”, le contestó Iceta a Espadaler. El secretario general del PSC considera que a lo largo del ‘procés’, “a alguno se les ha ido más que la pinza”. Algo de lo que culpa, tal y como reconoció esta semana en ‘Al Rojo Vivo’ (La Sexta), a aquellos lideres independentistas que en su día dijeron que “había que encararse a los que no eran independentistas para increparles”.

El clima del 'procés'

En los últimos meses Iceta ha sufrido en primera persona la ira de los sectores independentistas. En público, ha vivido episodios como el ocurrido el pasado 14 de septiembre, cuando una ‘señora’ le mandó a la mierda cuando intentaba explicar que la celebración del referéndum del pasado 1 de octubre era inviable.

Aún así, nada comparable con lo sucedido en la Diada, cuando se disponía a realizar en compañía de varios miembros de su partido la ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova. Al margen de los gritos y abucheos, la expresión más cordial que ese día recibió fue la de "botifler", un apelativo que podría traducirse al castellano como "traidor".

Sobre todo en redes

Pero la radicalización de los activistas independentistas se nota, sobre todo, en redes sociales. Como prueba basta con exponer lo sucedido el 16 de octubre. Ese día el primer secretario de los socialistas catalanes critica la decisión de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela  de enviar a prisión a los líderes de la ANC y de Òmnium. Así lo expresa en su cuenta oficial de Twitter, donde el líder del PSC escribe: “La decisión de la juez nos parece desproporcionada. El 23.09 ya criticamos que se acusara de ‘sedición’ a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart”.

Un mensaje que pese a estar en consonancia con lo defendido por los partidos políticos y colectivos independentistas, provocará que Iceta sea de nuevo objeto de burla y mofa por miles de activistas que defienden la independencia de Cataluña de España.

“Fascista”, “sin vergüenza”, “traidor”, “irrelevante”, “patético”, “miserable”, “desproporcionado”, “hijo de puta”, o “bastardo”, son algunos de los mensajes que recibe por parte de los partidarios del ‘procés’.

Descalificaciones que se han convertido en habituales en el muro de Twitter de Iceta. Y su caso no es una excepción. Iceta no  es el único dirigente del PSC que ha sufrido el acoso y la ira de sectores independentistas. De hecho, muchos alcaldes del PSC también se han visto obligados a denunciar amenazas por parte del independentismo.