El presidente de la CUP en el Parlament, Antonio Baños, y la portavoz, Anna Gabriel, tras la Asamblea Nacional. EFE.



En otras circunstancias podría considerarse que la reunión de mañana del Consejo Político de la CUP sería decisiva para el proceso soberanista abierto en Cataluña. Sin embargo, la corrupción que acorrala a quienes han gobernado durante décadas y que ha provocado, incluso, el cambio de nombre del partido, y el propio surrealismo que rodea a la CUP, escenificado en el insólito e imposible empate de hace unos días, desvirtúan lo que ya muy pocos se atreven a calificar de histórico.

Empieza además a dejarse entrever la decisión que este domingo tomarán los responsables de la formación radical. Se habla de la posibilidad de dar un visto bueno muy justo para marcar las líneas a Artur Mas.

Al margen de esto, el cónclave para apoyar o no su investidura, arranca hoy sábado con las asambleas territoriales a través de las cuales los militantes podrán dar su opinión.

Dos propuestas alternativas
La fórmula elegida supone que los militantes, y después los aproximadamente 70 integrantes del Consejo Político -esto ya mañana-, se pronuncien sobre dos propuestas alternativas y excluyentes: la primera implica rechazar la investidura de Mas emitiendo o bien 5 votos a favor y 5 en contra o con la abstención de los 10 diputados de la CUP.

La segunda alternativa significaría aprobar la investidura con 2 votos a favor y 8 abstenciones, lo que permitiría reflejar, indica el secretariado, "la apuesta de la CUP por la independencia y un proceso constituyente y popular" pero también "la oposición a la continuidad de las políticas de recortes y privatizaciones". Es esta, precisamente, la que se cree que saldrá mañana.

Salida consensuada
La reunión del Consejo Político y del Grupo de Acción Parlamentaria (GAP) -grupo parlamentario- tendrá lugar en Barcelona y tal y como indica el comunicado de la formación trabajará esforzándose “en buscar una salida consensuada". En el mismo comunicado, la dirección de la formación señala que "en el caso de que esto no sea posible, sólo podrá ser aprobada una propuesta que obtenga la mayoría absoluta de los votos del Consejo Político y del GAP".

De este modo, el criterio a seguir es el de "una persona, un voto" y serán contabilizados tanto los votos a favor del acuerdo con Junts pel Sí como los contrarios y las abstenciones.

Otra posibilidad
Al margen del procedimiento seleccionado y que llega marcado por el empate de hace unos días, las especulaciones alrededor de lo que vaya a decidir la CUP son varias. Así, además de la mencionada sobre la opción de dar un apoyo 'justo' a Mas para tenerlo 'controlado', otras versiones apuntan a que de mañana saldrá una nueva convocatoria de elecciones, tras la negativa de respaldar al candidato a la reelección. Sin embargo, esta última opción podría ser 'peligrosa' para la formación radical, que podría ver reducidos los apoyos obtenidos en septiembre, a favor de Podemos. La tercera opción, ya se conoce, pasa por pedir consejo al pulpo 'Paul'.