El calendario avanza y el camino hacia las elecciones catalanas promete mil y un obstáculos. Aún queda recorrido para llegar al 14 de febrero, pero los sondeos empiezan a copar de optimismo o nerviosismo las sedes de los partidos. Es el caso de JxCAT. Los de Carles Puigdemont mueven ficha para aplazar la fecha de los comicios tras observar un descenso inusitado en las últimas encuestas.

La formación del expresident Carles Puigdemont, inicia las maniobras para postergar las elecciones hasta verano. Desde JxCAT entienden que, la época estival sería la fecha idónea debido al influjo del coronavirus en el territorio catalán.

De hecho, el lunes, el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, allanó el terreno para esta nueva posición de Junts. Basándose en un estudio propio, explicó que un posible aplazamiento protegería los derechos de “decenas de miles de personas” que no podrían votar como consecuencia de la Covid-19.

Ribó compareció en el Parlament de Cataluña para presentar este trabajo y propuso la creación de un comité de expertos que decida si es factible celebrar las elecciones el próximo 14 de febrero. No obstante, esta proposición del Síndic de Greuges chocaría con el sistema actual, dado que es la Junta Electoral quien ha de hacer la propuesta, o bien de oficio o bien a petición del presidente en funciones, Pere Aragonès.

Dudas sobre el informe

La comparecencia de Ribó tuvo lugar tras varios mensajes de representantes de Junts que sembraban la duda sobre la convocatoria electoral. Meritxell Budó (JxCAT), portavoz del Govern, cuestionó si en febrero sería viable la celebración de los comicios A esta tendencia se sumó, también, el conseller de Interior, Miquel Samper (JxCAT), quien agregó que "no deberían hacerse a cualquier precio”.

El estudio de Ribó genera considerables dudas dado que no contempla la cifra exacta de enfermos por Covid-19 que no podrían ejercer su derecho a voto. No obstante, alberga soluciones como las “urnas móviles” para que éstos pudieran votar y evitar, así, la exposición. Tampoco especifica la circunscripción en la que se encontrarían. Además, expone la posibilidad de gestar una Junta Electoral de Cataluña e incluso la aprobación de una ley por trámite de urgencia.

La realidad tras la excusa

JxCAT deambula sobre una cuerda floja sin red. Los últimos resultados de los sondeos publicados no resultan halagüeños para la formación, a pesar del nombre de Carles Puigdemont. De hecho, el CIS de noviembre, que incluyó un barómetro sobre Cataluña, daba a Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) como vencedora de los comicios, mientras Junts se disputaba el cuarto puesto con Ciudadanos.

El temor a que estas encuestas se hagan realidad ha empujado a Junts a poner encender el fuego y crear el caldo de cultivo necesario para aplazar las elecciones. Al menos así lo entienden desde ERC. La portavoz republicana, Marta Vilalta, instó ayer a la formación de Carles Puigdemont a “dejar de especular”.

Fuentes de ERC consultadas por ElPlural.com reconocen que han percibido movimientos en este sentido para retrasar las elecciones autonómicas y atribuyen esta maniobra a la tendencia de los sondeos: "No les está yendo bien en las encuestas". "Necesitan más tiempo para desgastarnos a tope", insisten.