La ausencia de Josep Prat confirmó su marginación en el actual equipo del ICS, a pesar de seguir siendo persona de la más absoluta confianza del consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, Boi Ruiz. Tras varias reuniones de cuadros directivos y diversos informes jurídicos internos y externos, el tan repetidamente anunciado plan de reformulación del ICS quedaba definitivamente aparcado en el dique seco. De la mano del consejero Boi Ruiz, Josep Prat pretendía trocear el ICS en más de una veintena de empresas privadas, a modo de consorcios, organismos autónomos, organismos autónomos administrativos y fundaciones del sector público. Se trataba del primer paso para el desmontaje de la sanidad pública catalana, para convertirla en una sanidad de gestión privada.

Imposibilidad jurídica
Pocos días antes, en una reunión interna de alto nivel celebrada en el Departamento de Salud quedó clara ya la imposibilidad jurídica de proceder a trocear el ICS en más de una veintena de empresas privadas, como habían planteado el consejero Boi Ruiz, el presidente del ICS Josep Prat y el director general de CatSalut, Josep Maria Pedrosa. Los tres altos cargos pueden ser cesados en breve, a no ser que se produzca la posible intervención directa del Departamento de Salud por parte del Departamento de Economía y Finanzas, cuyo titular, Andreu Mas Colell, ha manifestado reiteradamente sus quejas al president Artur Mas, ante lo que todos los expertos consideran que es uno de los fracasos más clamorosos del autodenominado “Gobierno de los mejores”.

Grave deterioro de la asistencia sanitaria
A los repetidos enfrentamientos internos entre el consejero Boi Ruiz y los ya citados Josep Prat y Josep Maria Pedrosa hay que añadir el gran deterioro sufrido por la asistencia sanitaria catalana durante su mandato, que se ha producido a pesar de incumplir los objetivos de déficit fijados por el Gobierno de la Generalitat. A pesar de la puesta en marcha parcial de la ya mencionada reformulación del ICS en Girona y Lleida, el fracaso de este plan es indiscutible y parece claro que su implantación en el conjunto de Cataluña no se llevará a cabo.

Posible intervención de Salud por parte de Economía y Finanzas
El Departamento de Economía y Finanzas ha comprobado que, a pesar de los sucesivos recortes de servicios, y como ya habían anunciado varios expertos, los gastos no sólo no descienden sino que en algunos casos incluso aumentan, porque lo que subyace detrás del plan de reformulación del ICS es favorecer la atención hospitalaria concertada. Nada tiene ello de extraño, ya que tanto el consejero Boi Ruiz como Joseo Prat proceden de la sanidad privada o concertada, a la que siguen muy vinculados.

Los intereses del sector privado
Desde la llegada de Boi Ruiz al Departamento de Salud de la Generalitat, tanto la atención primaria, fundamentalmente pública, como la hospitalaria pública, se han visto muy perjudicadas, con grave quebranto para sus usuarios. A pesar de que todo ello apenas ha trascendido hasta ahora a la opinión pública, los profesionales del sector sanitario son muy conscientes de esta degradación progresiva de la sanidad pública en Cataluña. Baste decir que los recortes presupuestarios en la sanidad pública hospitalaria en Cataluña superan hasta ahora el 10% -en el Hospital Joan XXIII de Tarragona los recortes hanm llegado incluso al 12%-, mientras que en los centros concertados estos recortes en ningún caso llegan al 5%, moviéndose entre el 2% del Hospital Sant Joan de Reus y el 4,6% del Hospital Altaia de Manresa.