Días después de que el Partido Popular votara en masa en contra de los intereses hídricos de Castilla-La Mancha en el Congreso de los Diputados, avalando los intereses del Levante sobre el trasvase Tajo-Segura, el presidente regional del PP, Paco Núñez, ha decidido avanzar públicamente su apoyo a Alberto Núñez Feijóo de cara al próximo Congreso Nacional de su partido.
Desde Madrid, Núñez ha confirmado que "casi todos" los dirigentes del PP de Castilla-La Mancha respaldarán a Feijóo, en una declaración que suena más a acto de obediencia que a liderazgo regional.
El líder del PP castellanomanchego, lejos de exigir explicaciones o defender los intereses de la comunidad autónoma que representa, ha optado por alinearse con la dirección nacional sin hacer autocrítica. En su intervención, ha pedido incluso al presidente socialista Emiliano García-Page que retire su apoyo a Pedro Sánchez.
Además, Núñez ha rehuido poner fecha al Congreso regional del PP, aplazando cualquier intento de renovación interna. "Será según toque", ha dicho, sin concretar plazos ni mostrar voluntad de abrir el debate sobre el papel del partido en Castilla-La Mancha, donde su futuro podría estar en juego.
El dirigente popular ha presentado el Congreso Nacional como un espacio para "dar voz a los afiliados" y "relanzar ideas", aunque no ha aclarado cómo se abordará la relación con Vox.
El PSOE ve a Núñez "acobardado" ante Génova
Desde las filas socialistas, la diputada del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Paloma Jiménez, ha criticado duramente la actitud del líder regional del PP, al que ha acusado de "estar acobardado" ante la dirección nacional de su partido y de ser "incapaz de defender los intereses hídricos de Castilla-La Mancha".
"Nos va teniendo acostumbrados a no defender a nuestra región", ha lamentado Jiménez, quien ha recordado que Núñez "avaló el cementerio nuclear en Cuenca, respaldó los recortes de Rajoy y Cospedal en los servicios públicos y, una vez más, ha vuelto a fallar en materia de agua".
A su juicio, el PP es "un peligro para nuestra región", un partido que "da la espalda a Castilla-La Mancha" y que ahora se posiciona incluso "del lado del PP de Murcia", aunque eso suponga "quitarle el agua a Castilla-La Mancha para llevarla al Levante".
En su intervención desde la sede del PSOE, Jiménez ha lanzado una pregunta contundente: "¿Para qué sirve el PP de Castilla-La Mancha si no es capaz de levantar la voz y poner pie en pared a Génova con el agua?". Ha apelado a que todos los partidos de la región remen en una misma dirección, defendiendo los intereses hídricos de la comunidad, en lugar de subordinarlos a las órdenes de Madrid.
Además, ha recordado que el Plan Regional del Agua, aprobado en Castilla-La Mancha, exige cumplir con los caudales ecológicos y reducir progresivamente los trasvases al Levante. "Justo lo contrario de lo que pidió el PP en el Congreso", ha subrayado, acusando a la formación de querer regresar a los trasvases "ilegales" del Gobierno de Rajoy y Cospedal.
Mientras Castilla-La Mancha sigue esperando una defensa firme de sus recursos y competencias, Núñez ha optado por mirar hacia Madrid, dejando atrás la realidad regional y confirmando que su prioridad está más en la estrategia de partido que en los problemas reales de su tierra.