El Gobierno de Castilla-La Mancha se enfrenta a un reto mayúsculo con la despoblación. Son varias las comarcas que presentan índices bajos de población, y están presentes además en todas las provincias en mayor o menor medida. Con el objetivo de revertir la situación, nació en el año 2021 la Ley de Reto Demográfico, más conocida como la Ley de Despoblación y bautizada por el presidente regional, Emiliano García-Page, como la “Ley Guijarro”, debido a que su principal impulsor es el vicepresidente primero de la Junta, José Luis Martínez Guijarro.

El propio Guijarro explicaba que el Gobierno regional ha conseguido su principal objetivo, y es que no es otro que revertir la despoblación a través del saldo migratorio. Hoy en día, llegan más personas a Castilla-La Mancha de las que se van, y de cada 100 personas, 23 tienen como destino las zonas despobladas de todo el territorio regional.

En total, son más de 15.000 personas que se han trasladado a esas zonas despobladas, siendo 3.300 de ellas nuevos habitantes de zonas en extrema despoblación, el caso más grave que refleja la escala de la ley. El 70% de esas personas son de fuera de Castilla-La Mancha, lo que también hace que se traduzca en el aumento de población que hemos observado en los últimos meses. Ya no solo es movimiento interno en la región de personas que abandonan las ciudades y se van a zonas despobladas, sino que la mayoría de esas personas son de fuera de Castilla-La Mancha.

A nivel económico, se han invertido más de 5.000 millones de euros, lo que supone el 140% del presupuesto inicial. Un indicador del compromiso del Gobierno regional con la despoblación, ya que ha aumentado la inversión en una medida pionera, pues fue la primera ley contra la despoblación de toda España y el espejo en el que muchas regiones se miraron, como Extremadura, para seguir el modelo y copiar las prácticas que llevaba a cabo.

Paquete de medidas atractivo

Guijarro explicaba que el éxito no depende de una medida exclusivamente, sino de un paquete completo que incluya todos los servicios necesarios para que una familia se traslade a una zona despoblada.

Comenzando por la garantía de servicios mínimos, como sanidad o educación de calidad, siguiendo por el transporte, con el aumento de líneas de autobuses o la creación del concepto del Transporte Sensible a demanda, para terminar por el ocio y la cultura, ya que prácticamente la totalidad de Castilla-La Mancha dispone de fibra óptica, lo que permite el acceso a plataformas de streaming, que son ya una de las principales formas de entretenimiento de las familias.

También destaca el paquete fiscal, una de las medidas más atractivas, ya que los beneficiarios pueden adherirse a deducciones de hasta el 25% en el IRPF por estancia, reducciones de hasta un 15% en compra o rehabilitaciones de vivienda habitual u otras ventajas fiscales.

Reunión con los agentes

Estos datos los ofrecía Guijarro antes de mantener una reunión con la Mesa de Trabajo con los colectivos partícipes de la elaboración de la ley, para evaluar el impacto que han tenido las medidas. Se trata de la primera reunión que mantienen, que se completará con dos más y cuya primera evaluación será tras el verano.

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