El Gobierno de Castilla-La Mancha ha salido este miércoles al paso del voto en contra de Vox a la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Autonomía en el Congreso de los Diputados, acusando al partido de mentir deliberadamente sobre su contenido y de mantener una postura “populista e hipócrita” con el único fin de “defender sus sueldos y su representación política”.

A preguntas de los periodistas durante una rueda de prensa, la portavoz del Ejecutivo autonómico, Esther Padilla, ha lamentado que Vox haya centrado su discurso en el supuesto “aumento del gasto político” por el incremento del número de diputados previsto en la futura reforma, cuando en realidad, tal y como ha recordado, Castilla-La Mancha sigue siendo “la comunidad peor representada de toda España”.

“Están negando una parte importante de la Constitución y del crecimiento del conjunto del país. Además, lo hacen intoxicando y no contando la verdad a la ciudadanía”, ha afirmado Padilla, quien ha subrayado que el nuevo Estatuto no fija una cifra concreta de escaños, sino una horquilla flexible hasta los 55 diputados para adecuar la representación a la población y a la estructura territorial de la región.

La portavoz ha ido más allá y ha retado a Vox a aplicar su discurso en el resto de España: “Si consideran que Castilla-La Mancha no debe incrementar el número de representantes para tener una representación más real, que propongan en todas las comunidades autónomas aplicar la misma proporcionalidad de diputados en función de sus habitantes. ¿Por qué no lo hacen? Porque todas deberían reducir su número, salvo Andalucía, y Vox perdería en torno a 40 diputados autonómicos”.

Padilla ha acusado al partido de Santiago Abascal de defender un doble rasero. “Lo que plantean para Castilla-La Mancha no lo plantean para ninguna otra comunidad. Perderían representación y sus sueldos. Esa es la gran mentira de Vox”, ha denunciado.

Castilla-La Mancha, infrarrepresentada

Los datos avalan la postura del Ejecutivo castellano-manchego. Incluso con el máximo de 55 diputados previsto en el nuevo texto, Castilla-La Mancha seguirá teniendo uno de los parlamentos más pequeños de España, tanto en términos absolutos como relativos. Con 2,1 millones de habitantes y 33 escaños, el actual ratio es de 63.636 habitantes por diputado, el peor del país. Con la futura horquilla, la cifra descendería a 38.181 habitantes por representante, pero aún seguiría por encima de comunidades con menos población.

El contraste con otros territorios es evidente. Castilla y León, con una población ligeramente superior, cuenta con 81 diputados; Euskadi tiene 75; Canarias, 70; y Extremadura, 65, pese a tener menos habitantes. Incluso La Rioja, con apenas 300.000 ciudadanos, iguala ya los 33 escaños actuales de Castilla-La Mancha.

Además, Padilla ha recordado que Vox preside los parlamentos autonómicos de Castilla y León, Baleares, Aragón y la Comunidad Valenciana, sin que en ninguno de ellos haya planteado reducir el número de diputados. “Si de verdad creen en el ahorro político, que empiecen por los parlamentos que presiden”, ha remarcado.

La portavoz ha insistido en que el nuevo Estatuto castellano-manchego es “leal con la Constitución en el fondo y en la forma” y que su objetivo no es ampliar estructuras, sino “garantizar una representación más equilibrada y ajustada a la realidad social y demográfica de la región”.

Con esta reforma, ha concluido, el Gobierno regional busca corregir una anomalía democrática heredada de la modificación impuesta por María Dolores de Cospedal en 2013, que redujo drásticamente el número de diputados y limitó la pluralidad política en el Parlamento autonómico.

Vox pone hasta a los agricultores en contra

El rechazo de Vox al Estatuto tampoco ha encontrado respaldo en los sectores sociales y económicos de Castilla-La Mancha. Ni los sindicatos ni las organizaciones agrarias han secundado la ofensiva del partido de ultraderecha.

El secretario regional de CCOO, Javier Ortega, ha restado importancia a las críticas, señalando que “desde los sindicatos no han querido darle relevancia, teniendo en cuenta que Vox no crea”.

Más contundente ha sido el presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, quien ha lamentado la postura de la formación. “Por ser suave, no lo entiendo. No hay recorrido, porque tampoco hay propuesta. Solo lanzan panfletos, pero tenemos un Estatuto con más garantías que había y las que planteó el sector agrario están en el nuevo texto”, ha subrayado.

Con estas declaraciones, tanto el movimiento sindical como el agrario han desautorizado públicamente a Vox, dejando al partido cada vez más aislado en su intento de desacreditar una reforma que cuenta con amplio respaldo institucional y social en Castilla-La Mancha.