El vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, ha salido al paso de las acusaciones vertidas por el presidente valenciano, Carlos Mazón, sobre la gestión de los embalses de cabecera del Tajo, defendiendo la actuación del Gobierno regional y acusando al Levante de "hacer un uso inadecuado del agua del trasvase".

Caballero ha reaccionado desde Bruselas, donde se encuentra en visita institucional, después de que Mazón anunciara un "frente común" entre la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía para "defender" los intereses hídricos del sureste español. El presidente valenciano había señalado que Castilla-La Mancha no gestiona correctamente los embalses de Entrepeñas y Buendía, una afirmación que el dirigente castellano-manchego ha tildado de "absolutamente falsa".

Según Caballero, "no es cierto que no se esté haciendo una buena gestión en los embalses de cabecera del Tajo", y ha recordado que la escasez de agua en la zona, unida a las dificultades que afrontan muchos municipios para abastecerse y mantener sus explotaciones agrarias, contrasta con la realidad del Levante, donde, con el agua procedente del trasvase, "no existen limitaciones".

El vicepresidente ha criticado que las comunidades gobernadas por el Partido Popular —Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Andalucía— se alineen en defensa de un modelo de gestión que ignora las sentencias del Tribunal Supremo, las cuales obligan a garantizar los caudales ecológicos del río Tajo a su paso por Toledo. A su juicio, estas resoluciones judiciales "deben cumplirse" y no pueden ser cuestionadas por intereses partidistas o territoriales.

Caballero ha insistido en que el problema del agua "no se resuelve atacando a Castilla-La Mancha", sino aceptando la transición hacia un modelo sostenible basado en la desalación. "Es una alternativa técnica y económicamente viable, eficiente y accesible", ha asegurado, reclamando a los tres presidentes autonómicos del PP que "asuman de una vez" la necesidad de recurrir a las desaladoras en lugar de seguir dependiendo del trasvase Tajo-Segura.

El vicepresidente ha expresado su "enorme preocupación" por el tono de Mazón, a quien acusa de utilizar el agua como arma política y de alimentar un conflicto que enfrenta a territorios hermanos. "Más pronto que tarde, el Levante tendrá que asumir que el agua del trasvase no puede ser una fuente infinita", ha advertido.

Silencio cómplice de Paco Núñez

Por último, Caballero ha dirigido también un mensaje al presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, a quien ha reprochado su "silencio cómplice" ante los ataques de sus compañeros de partido. "En su condición de representante del PP en las Cortes regionales tiene la obligación de defender los intereses de Castilla-La Mancha, especialmente en materia de agua", ha afirmado, recordando que "no se puede estar con Mazón y con los regantes del Tajo al mismo tiempo".

Con estas declaraciones, el Gobierno castellano-manchego ha vuelto a defender su gestión responsable y solidaria del agua, frente a una estrategia del PP que busca, según ha denunciado, tensionar el debate hidráulico y cuestionar el cumplimiento de las normas y sentencias que garantizan la sostenibilidad del río Tajo y el derecho de los municipios ribereños a disponer de recursos suficientes.