En el agosto más caluroso desde que existen registros en España, Castilla-La Mancha se enfrenta a seis incendios forestales activos, con especial preocupación por el declarado en Calera y Chozas (Toledo). Este último ha obligado durante la pasada noche a confinar a más de 4.000 vecinos y ha provocado el corte de la vía ferroviaria que atraviesa el municipio.

El fuego, que ya ha calcinado casi 3.000 hectáreas, se originó en la tarde de ayer en la pedanía de Alberche del Caudillo y, ante la rápida propagación y la posibilidad de que el humo afectara a la población, el Plan INFOCAM activó la situación operativa de nivel 2. Además, se decretó el cierre de varias carreteras, entre ellas la CM-4101 y la CM-4130.

A primera hora de esta mañana, las autoridades han levantado el confinamiento y se ha reabierto la CM-4101, si bien la CM-4130 sigue cortada y los equipos de extinción continúan trabajando sobre un fuego que, aunque ha bajado a nivel 1, todavía no está controlado.

 

Casi 3.000 hectáreas arrasadas y perímetro frío, pero con puntos calientes

El incendio forestal que afecta a Calera y Chozas ha arrasado ya cerca de 3.000 hectáreas, completamente perimetradas. "El perímetro está en general muy frío, aunque tenemos una serie de puntos calientes, como unas pacas de paja que continúan ardiendo y alguna infraestructura que todavía humea, donde están trabajando nuestros bomberos", ha explicado el viceconsejero de Medio Ambiente, José Almodóvar Aráez.

El fuego, originado sobre las 18.30 horas del martes como incendio agrícola con afección a infraestructuras, evolucionó a forestal.

"Sobre las once y media de la noche declaramos el nivel 2 de la emergencia por incendio forestal y comenzamos con los confinamientos del pueblo de Calera y Chozas y con los cortes de las carreteras que acceden al mismo", ha recordado.

Durante la noche los trabajos evolucionaron "muy favorablemente", lo que permitió reducir a nivel 1 la emergencia a las 9.00 horas de este miércoles.

Otros cinco incendios activos en la región

En la región, los datos oficiales reflejan que permanecen activos otros cinco incendios: en Almadén y Anchuras (Ciudad Real), La Huerce (Guadalajara), Zorita de los Canes (Guadalajara) y Navalmoralejo (Toledo). Todos ellos fueron detectados entre el 8 y el 13 de agosto y, según la información disponible, se encuentran en distintos estados de evolución.

El incendio de Anchuras, detectado ayer, afecta a la zona de Gamonoso y continúa sin fecha estimada de extinción, al igual que el de Almadén, registrado en la jornada de este miércoles. Por su parte, Navalmoralejo mantiene la atención de los servicios de emergencia tras declararse en la tarde del 11 de agosto.

Este escenario se produce en un contexto meteorológico extremo, con temperaturas que han superado ampliamente los 40 grados en la región y con una vegetación castigada por la sequía acumulada. El calor y el viento complican las labores de extinción, obligando a desplegar medios aéreos y terrestres de varias provincias y a coordinarse con la Unidad Militar de Emergencias (UME) en los casos más graves.

La prioridad: proteger a la población

Fuentes de INFOCAM han subrayado que la prioridad sigue siendo proteger a la población y evitar la propagación de los frentes más peligrosos, como el de Calera y Chozas, que mantiene en alerta a un amplio dispositivo. Mientras tanto, se recuerda a la ciudadanía la importancia de extremar la precaución en entornos rurales y forestales y evitar cualquier actividad que pueda generar chispas o llamas.

El agosto de 2025 pasará previsiblemente a la historia como un mes marcado por temperaturas extremas, un riesgo de incendios disparado y una presión inédita sobre los servicios de emergencias. Castilla-La Mancha, en el centro de esta crisis climática, afronta el reto de sofocar las llamas antes de que el calor y la falta de lluvias agraven aún más la situación.